Cinco derrotas y un denominador común para el Oviedo
Siempre que han perdido los carbayones esta temporada lo han hecho por más de un gol de diferencia
Dos días después, la derrota ante el Huesca sigue presente, sobre todo, por la contundencia con la que se produjo. Por segunda semana consecutiva, el Real Oviedo sufrió una importante goleada de la que se pueden extraer varias conclusiones. Una de ellas, común en cada pinchazo de los azules: siempre que los de Calleja pierden lo hacen por más de un gol de diferencia. Un problema que resalta a la vista.
Precisamente sobre eso fue preguntado el entrenador del Oviedo en sala de prensa, y el madrileño reconoció que el equipo tenía dos caras notablemente diferentes. “Nos sucede para las dos partes. Cuando nos encontramos bien y el partido se pone a nuestro favor nos contagiamos de eso y jugamos bien, pero cuando nos pasa lo contrario, no somos capaces de rebelarnos. Nos adaptamos más a lo que quiere el rival y no somos capaces de que sucedan cosas”, reconoció.
Lo cierto es que no es la única vez que el Oviedo se deja llevar con el resultado en contra. El primer tropiezo de la temporada llegó ante el Racing de Santander (1-3) y el segundo tuvo el mismo resultado ante el Sporting de Gijón. La tercera derrota fue en Cádiz (2-0), en otro partido en el que los carbayones no estuvieron ni cerca de remontar. Y tras las debacles de Elche y Huesca ya son cinco los partidos en los que ocurre lo mismo: el equipo se queda lejos de puntuar, por sensaciones y por números.
El pasado viernes, Calleja trató de buscar soluciones sin éxito. Primero alteró el sistema con dos delanteros y después probó también con línea de tres, pero con ninguna de las dos alternativas el Oviedo incomodó al Huesca. A sus pupilos les faltó fútbol, aunque también suerte (dos remates a la madera), pero los oscenses golearon y dejan al cuadro carbayón como la excepción negativa de la parte alta de la tabla, con el golaverage general en negativo.
Por buscar algo positivo, es la segunda vez en la temporada en la que los azules encajan dos derrotas consecutivas y en la anterior ocasión supieron reconducir la situación. Tras caer ante el Racing y Sporting, el Oviedo enlazó siete partidos consecutivos sin perder, en los que consiguió cuatro triunfos –todos ellos en el Tartiere– y tres empates a domicilio. La media inglesa con la que consiguió adentrarse en la zona alta. Hasta que cayó en Cádiz.
El próximo reto para los azules será ganar fuera de casa en Ferrol, en un encuentro en el que se espera un importante desplazamiento de la hinchada carbayona. El conjunto gallego es el segundo peor local de la categoría y se encuentra en puestos de descenso, una ocasión para que el Oviedo pesque en río revuelto y ponga fin a las dudas generadas en las últimas semanas.