Del "aquí lo que hace falta es alegría" al "¿por qué no?: La ilusión como enganche

Miguel Ángel Ramírez ha sabido enganchar a la afición rojiblanca, aupado por las buenas sensaciones y la dinámica positiva del grupo

Imagen
Preciado Ramírez
Manolo Preciado y Miguel Ángel Ramírez festejan en El Molinón
Jue, 26/10/2023 - 21:32

Junio de 2006. Por los aledaños de El Molinón paseaba un técnico que cambiaría la historia reciente del Sporting de Gijón. Un cántabro amante del fútbol, trabajador de los banquillos y que venía con un mensaje claro. "Hay que transmitir alegría, que es lo que falta aquí. Tengo la impresión de que si algo falta aquí es alegría", expresaba Manolo Preciado en su presentación como nuevo técnico del Sporting. Alegría le faltaba al sportinguismo y alegría le dio el técnico de Astillero. Un camino que ahora busca recorrer Miguel Ángel Ramírez. 

Lo hace amparado por un discurso que ha conectado a la afición en este inicio de curso. Al igual que el de Manolo Preciado. Su última rueda de prensa en Albacete fue un nuevo llamado al sportinguismo a disfrutar del buen momento del equipo. "Las victorias nos alegran muchísimo, alegran a la gente y sabiendo que ahora también hay que vivir el presente. El otro día nos recibieron en la jornada 11, y ¿por qué no? Ya como filosofía de vida. ¿Por qué no vivimos el presente? ¿Por qué no vivimos el momento?", dijo tras vencer en el Belmonte. Un mensaje que volvió a dar motivos a la afición para acudir a El Molinón este fin de semana, con convocatoria organizada de nuevo dos horas antes del choque. 

Comparar méritos entre ambos entrenadores es injusto. Miguel Ángel Ramírez no ha tenido todavía tiempo para perseguir los resultados de Preciado al frente del banquillo rojiblanco. Este inicio de temporada, en cambio, sigue el guion marcado por el técnico cántabro en el año en el que consiguió la alegría máxima. El curso 2007-2008, Manolo Preciado alcanzó la jornada 12 con 21 puntos, seis victorias, tres empates y tres derrotas. El mismo bagaje conseguido 16 años después por Miguel Ángel Ramírez. Ambos conjuntos también tienen en común la diferencia de goles (+5). 

Pero no solo los resultados permiten elaborar una semejanza. También el ambiente. La llegada de Manolo Preciado al banquillo rojiblanco sirvió para recobrar el ambiente caliente de El Molinón, adolecido por los resultados de temporadas atrás. No se encontró una atmósfera tan menor Miguel Ángel Ramírez pero sí que ha conseguido enganchar más si cabe al público. Santander fue un ejemplo. Los partidos como local del Sporting son otro.

El duelo ante el Zaragoza superó los 20.000 espectadores y las previsiones son buenas de cara al partido de la jornada 13 ante el Espanyol. Más semejanzas. En la jornada 13, el equipo de Preciado venció al Sevilla Atlético–tercer clasificado en aquel momento–para meter la cabeza en la zona de ascenso. Si el Sporting gana al Espanyol, también superaría al cuadro perico en la tabla para consolidarse en la zona noble. 

Dos entrenadores distintos. Uno consiguió generar un legado en El Molinón. Otro busca hacerlo pero está todavía muy lejos de hacerlo. Sin embargo, las semejanzas se suceden con cerca de dos décadas de diferencia. Un mensaje en la presentación de Manolo Preciado marcaba el camino. "Debemos creer en los canteranos, apostar por ellos y tener la confianza e ilusión que os trae uno de Santander". Ahora, la ilusión quiere llegar desde Las Palmas de Gran Canaria.