Diego Mariño no renuncia

Si existe la duda o si ya lo tiene claro a estas alturas es algo que solo sabe Miguel Ángel Ramírez y su cuerpo técnico. Con la llegada del nuevo entrenador la portería del Sporting de Gijón no tiene dueño asignado. Los rendimientos anteriores pierden influencia, pesan más los actuales y las impresiones en los entrenamientos. 

En la línea del pasado reciente, Diego Mariño fue el titular en el estreno de 'MAR'. Jugó en la Copa como ya lo había hecho en Soria y frente al Rayo Vallecano en las dos rondas anteriores. Mientras, Iván Cuéllar estaba siendo el elegido en la Liga después de que su compañero perdiese la confianza de Abelardo. 

Sin embargo, el portero vigués tuvo una actuación correcta ante el Valencia, evitando un par de goles que habrían supuesto una goleada aún mayor. Su rendimiento puede jugar a favor, aunque también es cierto que Cuéllar no ha podido demostrarle a Ramírez sus prestaciones y ascendencia sobre el terreno de juego. Además, entre otros aspectos, en favor del emeritense está su juego con los pies. En ese sentido, al nuevo técnico le gusta iniciar las jugadas desde atrás, raseando el balón y limitando los pases en largo para buscar segundas jugadas. Buena prueba de ello se vio en la primera parte ante el Valencia.

Por otra parte, el cambio en el banquillo puede motivar la negativa del Sporting a negociar una posible salida del guardameta gallego. En cualquier caso, a día de hoy, el interés del Almería por sus servicios en este mes de de enero parece estar bloqueado, sin avances en las conversaciones. Más complicada parece que la nueva situación pueda impulsar su renovación con la entidad asturiana. La dirección deportiva no lo tiene encima de su mesa, o no al menos en este momento de rendimiento mejorable. 

En realidad, las renovación son salvo casos aislados un asunto que en estos momentos no centra la atención de los gestores rojiblancos. Diego Sánchez, que por contrato se lo ha ganado, será el siguiente en tener un nuevo contrato. El club también ha intentado persuadir a José Gragera, que concluye su vinculación en 2024, aunque el acuerdo está lejos de producirse.