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El nuevo reto de la cantera azul

El Real Oviedo refuerza su apuesta por la formación con una temporada brillante en categorías inferiores. El salto al primer equipo se complica con el regreso a Primera División, pero la base responde

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El Requexón
El Requexón
Vie, 04/07/2025 - 19:19

La temporada 2024/25 no solo fue histórica para el primer equipo. Mientras el Real Oviedo conquistaba su regreso a la élite del fútbol español, la cantera carbayona firmaba una campaña de ensueño: hasta nueve equipos de las categorías inferiores se proclamaron campeones en sus respectivas competiciones. Un hito que confirma el excelente trabajo formativo que viene desarrollando el club en los últimos años.

El Vetusta, referencia de la estructura formativa, fue uno de los que levantó el título y consiguió el ascenso a Segunda RFEF. A él se sumaron el Prebenjamín A, Alevín A, Alevín B, Infantil A, Infantil B, Cadete A, Cadete B y Juvenil B. Un éxito colectivo que habla de planificación, metodología y sentido de pertenencia. El Real Oviedo, desde la base, cultiva identidad y competitividad.

Pero si algo ha caracterizado al club en los últimos tiempos es la dificultad de dar el salto al primer equipo. Ya en la época reciente en Segunda División, muy pocos jugadores lo lograban. Sin embargo, hubo casos que marcaron el camino: Lucas Ahijado, Viti, Borja Sánchez o Jimmy Suárez son ejemplos de futbolistas formados en El Requexón que no solo debutaron, sino que se consolidaron en el primer equipo.

Hoy, otros nombres como Yayo o Alex Cardero, este último miembro de la primera plantilla durante esta temporada, aunque con pocas oportunidades, también empujan con la intención de hacerse un hueco fijo entre los mayores. No lo tendrán fácil. El ascenso a Primera División eleva las exigencias y complica el acceso, pero también puede servir de motivación para seguir creciendo.

La apuesta por la cantera sigue firme, y el club lo demuestra con hechos. El reto, ahora, será encontrar el equilibrio entre competir en la élite y no cerrar las puertas a un modelo que ha vuelto a dar frutos.

Más allá de los resultados, el club es consciente de que el verdadero salto de calidad llegará con infraestructuras a la altura del proyecto. En ese sentido, la futura ciudad deportiva se presenta como un pilar clave para consolidar el trabajo de cantera y seguir formando talentos que puedan vestir la camiseta del primer equipo. Con más medios, mejores instalaciones y una estructura moderna, el sueño de crecer desde abajo será cada vez más posible.