El Oviedo de Carrión busca equilibrio y nuevas oportunidades
El técnico catalán vuelve a un club distinto al que dejó: más estructurado, en Primera y con una plantilla que le permite apostar por un fútbol protagonista
Real Oviedo

El regreso de Luis Carrión al banquillo del Real Oviedo marca un punto de inflexión en la temporada y en el propio proyecto azul. El técnico llega a un club diferente al que dirigió hace algo más de un año: con mayor estabilidad institucional, una plantilla más amplia y una exigencia que ahora pasa por mantener el pulso competitivo en Primera división. En sus primeras palabras se percibió a un entrenador más sereno, consciente de que el reto no es revolucionar, sino afinar lo que ya funciona.
Carrión es un técnico de idea reconocible, que entiende el fútbol desde el control del balón y la iniciativa en campo contrario. Su apuesta por la posesión no se traduce únicamente en un juego combinativo, sino en una búsqueda constante de progresar con criterio. En un Oviedo que, por momentos, ha mostrado solidez defensiva pero dificultades para dominar los partidos, su llegada puede aportar más presencia en campo rival y fluidez en la circulación, siempre desde un equilibrio que evite romper la estructura que dejó Paunovic.
El vestuario, como en cada cambio de ciclo, se reabre a nuevas opciones. Aunque desde el club se insista en la unidad del grupo, la llegada de un nuevo entrenador siempre altera jerarquías y reaviva esperanzas. Jugadores como Javi López, Luengo, Brandon o Álex Forés, que habían perdido peso en los planes del técnico serbio, pueden verse reforzados por el cambio de mando. En un calendario largo, donde la competencia interna será clave, el nuevo cuerpo técnico encuentra margen para recuperar futbolistas que el anterior proyecto había dejado en segundo plano.
En el plano social, el retorno de Carrión ha generado opiniones divididas. Parte de la afición mantiene el recuerdo de su abrupta salida, interpretada entonces como una marcha inesperada tras quedarse a las puertas del ascenso. El propio técnico reconoció que "fui demasiado frío" en aquel momento y que entendía a quienes se sintieron dolidos. Su vuelta, sin embargo, también despierta ilusión en otro sector del oviedismo, que valora su conocimiento del club y su estilo reconocible. En cualquier caso, el primer paso para restablecer la conexión será el mismo de siempre: "ganar partidos".
Carrión no parte de cero, pero sí con la necesidad de reordenar el rumbo. Hereda un equipo competitivo y una base fiable sobre la que construir un Oviedo más dominante. Si consigue equilibrar la posesión con eficacia y recuperar futbolistas que parecían olvidados, el regreso podrá entenderse como algo más que una segunda oportunidad.