El pulso firme de Abelardo
Pedro Díaz y José Gragera, dos de los presumiblemente fijos en el esquema del Sporting, ya saben lo que es terminar el partido en el descanso
Cinco jornadas y el Sporting de Gijón ya lo ha cosechado todo. Dos victorias, dos empates y una derrotas es el recorrido realizado por el equipo rojiblanco en este inicio de temporada. La última cita fue la principal alarma en el comienzo de año, aunque los sustos ya se habían producido. La primera parte de Anduva y la segunda en El Toralín ya habían sido síntomas que se corroboraron en la visita del Racing de Santander. Ante los problemas que puedan llegar a surgir, a Abelardo no le tiembla el pulso a la hora de modificar piezas. Sea quien sea.
Pese a ser de los mejores en el partido ante la Ponferradina, la primera parte frente al Racing de José Gragera y Pedro Díaz no estuvo al mismo nivel. No estaba siendo el '6' el más desafortunado, ni mucho menos. Es cierto que sale en la foto del gol cántabro, aunque el fallo en cadena lo acentúa todavía más. Después de ser uno de los más destacados en el comienzo de liga, fue el sacrificado. El gijonés se quedó en el banquillo tras el descanso para dar entrada a Zarfino. Un cambio que adelantó el centro del campo sin resultado para el Sporting.
Ya había realizado algo similar Abelardo en esta temporada. Eso sí, con mejor efecto. En el primer partido de liga, el técnico del Sporting dejó en el banquillo a Pedro tras el primer tiempo. El Mirandés había superado al equipo rojiblanco en el primer tiempo y el entrenador buscó soluciones dejando al centrocampista con mejor pie de la plantilla en el banquillo cuando el equipo buscaba la remontada. La entrada de Zarfino mejoró al equipo, pero no lo suficiente para conseguir la remontada completa.
Lo que queda reafirmado es que al entrenador del Sporting sigue sin temblarle el pulso a la hora de buscar soluciones. Sin miedo a modificar el plan de partido en el vestuario, nombres como Gragera y Pedro ya han demostrado que nadie tiene asegurado nada. De hecho, el '8' se quedó fuera del once en el segundo partido. Una muestra más de que las decisiones firmes siguen siendo cosa de Abelardo.