Image
CABAL

El Real Oviedo y su primer mandamiento

El club carbayón buscará ante el Racing de Ferrol volver a su imagen más reconocible: ser un equipo rocoso y explosivo por las bandas

Imagen
Viti
Viti Rozada
Vie, 18/08/2023 - 21:40

Más allá del chasco que ha supuesto la derrota en la primera jornada liguera, al oviedismo le duró más el regusto amargo de la mala imagen de su equipo. Los azules no mostraron esa versión reconocible con la que cerraron la temporada anterior, y que, por momentos, también profetizó durante la pretemporada: un equipo rocoso defensivamente y explosivo por las bandas.

"Nosotros estuvimos muy fallones y sobre todo con muy poca fuerza en los duelos individuales, y así es muy difícil que los extremos se pongan en funcionamiento", resumió Álvaro Cervera tras el encuentro. El propio técnico guineano es quien mejor conoce las limitaciones y las potencialidades de su equipo, esas que tan bien explotó en la segunda parte del curso pasado, y que hicieron soñar, incluso, con la promoción de ascenso. Sin embargo, en Tenerife se disiparon.

Es ahí a donde quiere llegar el Real Oviedo en su próximo compromiso ante el Racing de Ferrol. Los azules tienen entre ceja y ceja retomar la identidad de un equipo serio y correoso sin balón, pero vertical cuando roba, aprovechando la velocidad de futbolistas como Viti o Sebas Moyano. Ambos fueron los titulares en el Heliodoro Rodríguez López y, salvo sorpresa, volverán a hacerlo ante el Racing de Ferrol. El método está claro, ahora solo falta que les lleguen los balones, 

"Nosotros no somos un equipo muy virtuoso con el balón. Tenemos que hacer las cuatro cosas que sabemos hacer, hacerlas bien. Y luego, sobre todo, ser más intensos que el rival, correr más y ganar más duelos. Tenemos que simplificar el trabajo con el balón, y así los resultados acabarán llegando", explicó David Costas días después en rueda de prensa. Precisamente las palabras del gallego son un fiel reflejo de la buena digestión que la plantilla ha tenido en torno a la idea de su juego de su entrenador.

Cerrada la herida del resultado en tierras tinerfeñas, ahora el Real Oviedo se centra en volver a encontrar esa identidad que tan buen resultado obtuvo. Esa personalidad que abanderó el proyecto de Cervera en la segunda parte del curso anterior y que fue sumando adeptos en la grada del Carlos Tartiere. El guineano consiguió hacer de su plantilla un equipo sacrificado sin balón y fugaz con él. Ese es el primer mandamiento.