El Sporting rebusca en el laboratorio de David de Dios
Desde la llegada de Borja Jiménez, el equipo rojiblanco ha conseguido ocho goles y solo tres han llegado alejados del balón parado destacando los tres penaltis convertidos
Luis Manso
La llegada de Borja Jiménez al Sporting de Gijón incluía una novedad en su tripulación. Por el camino del viaje se había soltado del grupo Jesús Rueda, reclutado por Xabi Alonso para reforzar a un gigante como el Real Madrid. Perdía el abulense a su hombre fuerte en el diseño y confección del balón parado tras su salida de Leganés, pero el cuerpo técnico no iba a perder efectivos. Para llegar a Gijón, David de Dios se unía al barco de Borja Jiménez. El pasado era complicada de suplir, pero el vigués ha conseguido dotar al Sporting de un arma extra. Entre eso y el 'extra' de los penaltis, los rojiblancos subsisten.
Desde la llegada de Borja Jiménez a la Escuela de Fútbol de Mareo, el Sporting se ha embolsado ocho goles. Un botín repartido entre seis jornadas y que se han traducido en tres victorias, dos empates y una derrota. Dentro del caudal ofensivo, predominan los goles a través del balón parado. Tres tantos han llegado desde el punto de penalti. Otros dos tienen el sello de David de Dios.
El vigués es uno de los encargados de diseñar el balón parado, tanto a nivel ofensivo como defensivo. Una parcela en la que los rojiblancos han buscado dar un paso al frente. Solo el tanto de Jeremy tras un córner ha conseguido tumbar la resistencia defensiva del Sporting a balón parado. En el otro área, los premios han llegado de forma doble.
Descorchó el tapón de la estrategia Pablo Vázquez ante el Racing de Santander. Aunque la mejor acción llegó ante el Zaragoza. Una gran jugada de pizarra terminó en una especie de aclarado para Juan Otero que terminó con un buen remate de cabeza. Entre las dos acciones de estrategia y los tres penaltis, El 62,5% de los goles. Casi nada.
Sin embargo, la producción ofensiva se ha frenado en seco. Los dos últimos goles han llegado a través del punto de penalti gracias a las dos acciones provocadas y transformadas por Dubasin ante Mirandés y Eibar. El último gol lejos del balón parado del Sporting fue en Valladolid tras una gran jugada colectiva que derivó en el tercer tanto rojiblanco, obra también de Dubasin. Es una misión pendiente para el conjunto de Borja Jiménez recuperar el colmillo mostrado en sus comienzos. Cinco goles ante Racing y Valladolid fueron la carta de presentación del nuevo cuerpo técnico rojiblanco.
Estudiando el posible daño a generar con el balón parado, una pieza más del equipo del entrenador como David de Dios. El técnico vigués llegó a Gijón amparado por un gran trabajo en el fútbol gallego, destacando en la cantera del Celta y como cabeza de cartel en el Coruxo. Un fichaje del propio Borja Jiménez que completaba de esta forma a su núcleo duro. Todo se basa en una fórmula de trabajo muy concentrada. Pocos en cuanto a número, pero con responsabilidades repartidas. Las puestas en común entre los miembros del cuerpo técnico basan y deciden los caminos a seguir con el Sporting.
"La forma de trabajar es la misma. No varía en función de como hacemos los goles", respondía Borja Jiménez este viernes cuando era cuestionado por la falta de acierto lejos de los lanzamientos desde el punto de penalti o en la estrategia. En Huesca quiere el Sporting recuperar el olfato con el balón en movimiento. La vuelta de Juan Otero podría ser un aliciente para lograrlo. Y si no llegan de esa vía, exprimir el laboratorio de David de Dios.