El vestuario del Sporting hace piña
El mensaje lanzado desde el vestuario tras la derrota ante el Granada es unánime en torno al momento del equipo y a la confianza del grupo
"Ya pensando en el siguiente. ¡Juntos!". La publicación de César Gelabert en sus redes sociales al término del partido ante el Granada es un canto a lo que está por venir. El centrocampista del Sporting, al igual que sus compañeros, vive una jornada de descanso antes de vivir un domingo de alta carga emocional. El duelo en Riazor es un buen acicate para el conjunto gijonés, que busca quitarse el mal sabor de boca surgido en El Molinón tras la segunda derrota en casa. El tropiezo del sábado desinfló el suflé, pero no por ello es motivo para encender las alarmas.
Una mentalidad que se ha instaurado en el vestuario rojiblanco. Lo hizo al término del partido. Rubén Albés quiso que el momento de decepción durara lo más mínimo e insistió en que el camino es el correcto. Así lo manifestó el entrenador del Sporting al finalizar el choque. "La lectura positiva es que hemos sido nosotros mismos y hemos mostrado el equipo que somos más allá del rival", dijo Albés en valor de los suyos. También imploró a que la importancia de la derrota es saber levantarse rápido para no caer en la mala dinámica.
Ese mensaje caló en el vestuario. Así lo reafirmaron Nacho Méndez y Kevin Vázquez. Ambos repitieron el mismo mensaje, muestra de que algo había calado en el grupo. "Hay que mirar lo que podemos hacer mejor para intentar estar más cerca de ganar. Es el único objetivo. Toca levantarse de la derrota y, como dice el míster siempre, darle la vuelta a las dinámicas negativas lo antes posible". Esa es la única mentalidad. Riazor, Riazor y más Riazor.
La derrota ante el Granada no debe encender ningún testigo en el panel de mandos rojiblanco. La temporada sigue siendo positiva, con el Sporting a un solo punto del ascenso directo. El tropiezo en casa contrarresta la segunda victoria de la temporada lejos de El Molinón que permite a los de Albés seguir en la pelea por la parte alta de la clasificación. Urge mejorar, recuperar efectivos. Pero el Sporting da motivos para pensar en ello.
Los tropiezos de esta temporada siempre han llegado solos. Ha demostrado el Sporting tener buena mandíbula para encajar los golpes. Las derrotas nunca han venido acompañadas de otras, consiguiendo dos empates y una victoria después de las tres derrotas que cosechaba el Sporting hasta el duelo del sábado. Motivos para confiar en Riazor sobran. También dentro del vestuario.