Este Abelardo no se 'casa' ni con los de casa
En los dos partidos que lleva al mando del banquillo, Abelardo ha utilizado a 18 futbolistas distintos. Ante el Girona, un jugador de su confianza como Gaspar o un futbolista que había realizado méritos como Campuzano se quedaron sin minutos
Luis Manso
El cambio del Sporting de Gijón se ha dejado notar. Abelardo ha imprimido en su equipo un estilo que ha hecho olvidar aparentemente los posibles fantasmas que pudieran surgir en torno a la continuidad del equipo en el fútbol profesional. Con todavía la tarea pendiente de firmar la permanencia matemática, los dos partidos que el entrenador acumula en su nueva etapa en Gijón han servido para comprobar que el Pitu busca involucrar a toda la plantilla para la causa. 18 jugadores en dos partidos es el armario de este nuevo Sporting.
En un equipo que durante la temporada se acostumbró a usar un número limitado de futbolistas, la dinámica se ha tornado con la llegada del nuevo entrenador. En Huesca, el técnico rojiblanco tan solo realizó tres cambios. Los necesarios para conseguir el gol del empate. El tanto de Pedro vino servido por una buena asistencia de Campuzano. El catalán, pese a sus buenos minutos, no participó en la victoria ante el Girona. Los méritos no resultaron ser suficientes para un Abelardo que optó por utilizar a nombres como Pablo Pérez o Eric Ramírez como revulsivos para refrescar el ataque.
Una situación parecida vivió Gaspar Campos. El canterano, uno de los jugadores de la confianza de Abelardo, no tuvo una tarde tan agraciada en El Alcoraz. Quizás por eso, el técnico gijonés tampoco contó con él durante la segunda parte del Girona. En su lugar, el Sporting empleó al recuperado Jony para tratar de buscar las contras. Un lugar que no ocupó Gaspar. También contó con minutos Nacho Méndez en el partido ante el Girona tras no aparecer en el césped aragonés.
En total, 18 futbolistas han contado con minutos desde que Abelardo es entrenador del Sporting. Para una plantilla en la que las opciones parecían limitadas hasta la fecha, el técnico gijonés ha optado por abrir el abanico y contar con la mayor cantidad de jugadores posibles para la causa.
"He explotado sus virtudes, les he dicho a cada uno en lo que es bueno y lo que tienen que hacer", se remitió a explicar el entrenador asturiano cuando le cuestionaron por el cambio de la plantilla. Un cambio cuantificable en número. También en sensaciones. El Pitu ha ampliado el fondo de armario para conformar un equipo, más que un once, capaz de luchar por el objetivo.
