Javi Cueto eleva la locura al cubo: Tercera consecutiva de un Avilés desatado

Valdría cualquier frase de la siguiente crónica como extracto del partido de la última semana. Pero no está de más repetirlo. Los aficionados de la Primera RFEF se llevan frotando las manos y los ojos desde el ascenso del Real Avilés Industrial. Los partidos del equipo de Dani Vidal son apoteósicos. A veces, para mal. Pero últimamente, siempre para bien. Al Zamora se le quedó cara de Guadalajara cuando Javi Cueto –toca hablar de Javi Cueto– conectó un cabezazo en el minuto 96 para generar un deja vú de alegrías. "Hay un cierto placer en la locura que solo el loco conoce", reza un verso de Pablo Neruda. Vaya que si el Avilés conoce el placer...

Con la baja de Kevin Bautista y alguna que otra revoltura al once, el Avilés salió casi golpeado al Ruta de la Plata. Es un problema que padece el equipo de Dani Vidal, las acciones defensivas por el aire. Así aprovechó el Zamora para adelantarse tras cabecear un córner Eric Ruiz y situando el balón lejos de Álvaro. Como si ya conociera el camino –lo conoce bien de hecho– el equipo asturiano no se desmoronó. Aguantó el tipo en la primera parte, empezó a crecer por medio de las bandas y a generar peligro. Con el descanso acechando, Edu Campabadal se sacó un control mágico y un disparo letal que se coló para firmar el empate. Descanso y tiempo para más emociones. 

Parecía darle la vuelta el Avilés al marcador con la primera del segundo tiempo, pero Raúl Rubio falló en el mano a mano. Lo pagó el equipo de Dani Vidal cuando en la siguiente acción Kike Márquez aprovechó un centro lateral, uno más, y batió a Álvaro Fernández. Le picaron las piernas al Avilés, incapaz de generar peligro ante un equipo zamorano que llegaba a la cita como el mejor a nivel defensivo de la categoría. Tocó la corneta el técnico blanquiazul. Javi Cueto llamado a filas. El resto, historia. 

El paso de los minutos amagaba con cortar de raíz la racha del Avilés. Pero si en la recta final de la primera parte fue Campabadal, el ocaso de la segunda tenía que ser para otro lateral. Guzmán Ortega, incorporación de altísimo nivel de la dirección deportiva de Miguel Linares, se inventó un latigazo desde fuera del área para colocar el empate. Si alguien tenía la más remota duda de si el Avilés iba a ir a por el botín completo es porque no ha visto a este equipo. 

Restaban los ocho de añadido y el Avilés se volcó a por la victoria. Pudo perder el empate si Álvaro Fernández no llega a intervenir para sacar el 3-2. ¿Se ha comentado ya que estaba Javi Cueto en el campo? La historia se redacta sola. Guzmán Ortega pasó de goleador a asistente para poner un centro en la cabeza del delantero de Peón. El minuto era el 96 y el deja vú era real. 

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— Real Avilés Industrial (@RealAvilesInd) October 12, 2025

Hablar de Javi Cueto es hablar de las locuras de un equipo enajenado. Lo celebró con rabia ante la parroquia desplazada a Zamora con la firmeza del que sabe que la ha vuelto a liar. El tanto del delantero brindó la tercera victoria consecutiva del Avilés y una historia más para el libro de las locuras de este equipo en su paso por Primera RFEF. El tiempo dirá para lo que está este Avilés. Pero la clasificación, la que nunca miente, dice que el cuadro de Dani Vidal es cuarto. Zona de promoción a Segunda división. Están majaretas en la Villa del Adelantado.