La capacidad del Sporting para meter presión, a prueba
Los rojiblancos serán uno de los primeros conjuntos de la parte alta en disputar su partido y podrían acabar en puestos de playoff de ascenso el sábado
Cuatro citas para el bocinazo final en Segunda división. El Sporting de Gijón se adentra en el último tramo de competición con todo en su mano. Desde el vestuario, el mensaje es claro: sumar un cuatro de cuatro y no tener que esperar resultados. La primera parada para el objetivo pasa por el Andorra, que visitará El Molinón en una de sus últimas opciones para aferrarse a la categoría. El partido en Gijón será uno de los primeros en la parte alta. Opción para meter presión.
El encuentro entre los rojiblancos y el Andorra será el tercero de la jornada con aparición de los equipos de la zona alta. El Burgos, con la visita al Eldense a El Plantío, es el primero en abrir liza. Antes que el equipo de Miguel Ángel Ramírez, saltará al césped el Racing de Santander con la visita del Mirandés a El Sardinero. Un partido que se mirará de reojo en El Molinón. Y es que, en función de resultados, el Sporting podría terminar el sábado en puestos de promoción de ascenso. Para ello, sería necesario un pinchazo del Burgos o uno del Racing. Con eso, sumando a la ecuación una victoria rojiblanca, el playoff sería tierra rojiblanca de forma momentánea.
Es algo a lo que no ha podido aspirar el Sporting muchas veces en este tramo decisivo de competición. El equipo de Miguel Ángel Ramírez saltaba a los partidos siendo conocedor de la gran mayoría de resultados de sus rivales. Ahora, la tostada da la vuelta. El Sporting tiene en su mano meter presión a sus competidores sumando tres puntos que obligarían al resto a dar un plus para poder volver a recuperar la posición con el conjunto gijonés.
Eso se ve desde fuera. Desde dentro, el único partido de la jornada se juega en El Molinón. Es un mantra bien instaurado en el vestuario de Mareo. Lo que haga el resto no importa si nosotros hacemos los deberes. Con el recuerdo reciente de lo vivido ante el Villarreal B, el Sporting de Gijón buscará centrarse en un partido que será complicado por las cualidades del rival y la necesidad de puntuación del equipo visitante. Si el conjunto de Ramírez es capaz de focalizarse en el plan de partido, algo en lo que insistió el canario en varias veces en la previa, la presión será cosa de otros.
En el caso de que el Burgos o el Racing no consigan la victoria y sí lo haga el Sporting, el sábado terminaría en una buena posición para los rojiblancos. Desde los puestos de playoff, observarían los asturianos lo que hagan el resto de rivales. Dentro de la jornada del domingo, dos partidos en los que fijarse. El Real Oviedo recibe la visita del Zaragoza en el Tartiere (16:15 horas) mientras que el Elche hace lo propio con el Huesca (21:00 horas). Dos partidos que estarán marcados por lo que pueda hacer el Sporting en El Molinón. Una victoria rojiblanca significaría, de forma momentánea, sobrepasar a los dos rivales que alejan a los de Ramírez del sexto puesto.
Pero, otra vez, eso es la mentalidad desde fuera. "Si pensamos en matemáticas y resultados, me va a alejar y no estaremos a lo que hay que estar. Luego será responsabilidad de cada uno estar enfocado en su tarea o no (...) Mañana hay que pensar en todo momento lo que tenemos que hacer. Eso nos acercará a ganar, no pensar en ganar", repetía Miguel Ángel Ramírez en Mareo. Algo a llevar a cabo en El Molinón. Y la presión se irá para otros barrios.