La excepción de Diego Sánchez
El canterano rojiblanco, que lleva cuatro partidos consecutivos como titular, se ha ganado la confianza de su entrenador
Diego Sánchez es uno de esos futbolistas que todo entrenador quiere tener. Comprometido en los entrenamientos, siempre dispuesto al aprendizaje para ser mejor jugador y capaz de ofrecer rendimiento aunque no tenga minutos en sus piernas. Esta temporada es un ejemplo de ello. La excepción fue en Valencia.
Todo jugador y trabajador está expuesto al error o a tener un mal día. Eso fue lo que le ocurrió a Diego ante el Levante el pasado domingo. El lateral zurdo, reconvertido a central, no estuvo al nivel que acostumbra. Blando en determinadas acciones defensivas, sin atrevimiento para la salida de balón y sin la concentración que exhibe cada vez que juega. No fue su día, ni mucho menos.
Tampoco lo fue para el resto de sus compañeros. Sin embargo, hasta este momento, Diego Sánchez había tenido la capacidad de mantener sus altas prestaciones con independencia de lo que hiciera el resto. Para prueba, su actuación frente a Unionistas en Salamanca fue, como mínimo, de aprobado alto. Por contra, la nota generalizada fue la de un suspenso muy bajo.
Tras cuatro partidos consecutivos como titular, con tres buenos rendimientos, Miguel Ángel Ramírez deberá decidir si le da continuidad en la alineación. La alternativa es Róber Pier, que venía ofreciendo un gran nivel hasta sus errores en Zaragoza y en la visita del Racing de Ferrol a El Molinón. La opción de Pascanu, que vino con la misión de elevar la calidad en el centro de la zaga y como llegada preventiva ante la posible salida de Izquierdoz, parece descartada por el cuerpo técnico.
En cualquiera de los casos, con Róber Pier o Diego, la defensa rojiblanca tiene argumentos para recuperar su solidez. A ello deberá contribuir el resto del equipo y, sobre todo, el centro del campo, que se vio claramente desbordado en el Ciudad de Valencia.