La excepción de Pucela que se repite más de un año después  

Lo que se presentaba como una oportunidad única para alcanzar los puestos de playoff terminó convirtiéndose en una pesadilla. Ese sería el resumen de la noche para el Real Oviedo, que se fue goleado del José Zorrilla en un encuentro para olvidar. En tierras pucelanas volvieron a quedar en evidencia algunas de las carencias del conjunto de Luis Carrión, como por ejemplo sus problemas a domicilio, pero también otras desconocidas hasta entonces. 

Por primera vez en lo que va de temporada, Leo Román tuvo que recoger el balón del fondo de la red en hasta tres ocasiones. Un hecho sorprendente, sobre todo, teniendo en cuenta la fiabilidad defensiva que el cuadro carbayón ha ido demostrando a lo largo de la temporada. Pero ayer todo salió mal. De hecho, en los tres goles hay errores defensivos que podrían haberse evitado. 

Y, entre medias, también hay que destacar la efectividad del Valladolid (cuatro disparos, tres goles), que de vez en cuando demuestra el enorme potencial que tiene su plantilla, confeccionada para luchar por el ascenso directo y no por un simple puesto de playoff. Monchu anotó en el primer remate de los locales, no era fácil ponerla donde la puso, pero si un jugador de sus características remata solo todo se vuelve más sencillo. En este caso, Luis Pérez la colgó desde la banda derecha y una indecisión entre Viti y Dubasin costó el primer tanto del encuentro. 

El Oviedo había comenzado con personalidad el encuentro, aunque ese gol trastocó los planes y el ánimo de los carbayones. Desde el 15’ ya nada fue igual, el Valladolid estuvo más cómodo sobre el césped y, aún así, el equipo de Carrión tuvo dos buenas oportunidades para empatar. Alemão remató al palo y al inicio de la segunda mitad Moyano falló un mano a mano. Y del empate se pasó al 3-0. 

En apenas dos minutos Amath completó su doblete y dejó sentenciado el choque. El Valladolid tenía claro el guion del partido y lo ejecutó a la perfección. Buscó los espacios a la contra –Biuk, Sylla y el propio Amath son auténticas balas– y a las primeras de cambio encontró su premio. Sin muchos efectivos y completamente desorganizados –Luengo hizo la cobertura a Viti en la derecha y el de Laviana terminó la jugada como central–, Bretones no llegó a tiempo para cubrir a Amath y este remató sin oposición. 

Y sin casi tiempo para digerir el golpe, el conjunto pucelano asestó el definitivo. Ni su peor enemigo le daría un pase a Leo Román como el que le dio su propio compañero, Oier Luengo, y el resto es historia. Amath recibió sin estar encimado al borde del área y se sacó de la chistera un latigazo inapelable. El encuentro se había terminado y aún quedaban 40 minutos por delante. 

Más de un año después, el Oviedo volvía a encajar tres goles. La última vez fue en el primer encuentro liguero del 2023, cuando el equipo de Álvaro Cervera se enfrentó al Andorra y cuajó, muy posiblemente, el peor partido con el ecuatoguineano en el cargo. Aunque, eso sí, el partido estuvo más disputado hasta última hora. Dani Calvo recortó diferencias en el 75’ (2-1) y un golazo de Sinan Bakis en el descuento colocó el 3-1 final. Desde entonces, y hasta ayer, el Oviedo no había vuelto a encajar tres goles en un mismo partido.