Las primeras claves del Sporting de Borja Jiménez
El equipo gijonés mostró algunos cambios respecto a los partidos anteriores, aunque de nuevo evidenció su falta de armario
LaLiga.
“Que nadie piense que vengo con la varita mágica”, advirtió Borja Jiménez el día de su presentación. Pese a ello, el Sporting de Gijón mostró una imagen competitiva frente al Racing de Santander, amortizando sus ocasiones y resistiendo como pudo al empuje del adversario durante gran parte del encuentro.
Para empezar, se vio a un equipo atrevido y con las líneas adelantadas tal y como había anunciado el nuevo entrenador. Eso sí, la valentía duró tanto como hasta el gol de Dubasin o, como mucho, cinco minutos más. Por momentos sí que hubo presión alta por parte de los cuatro de arriba, o más bien Otero y Gelabert, pero los rojiblancos se replegaron pronto y defendieron muchos minutos en campo propio.
Bajo ese contexto, una de las situaciones más o menos novedosas fue ver las líneas muy juntas. Quizá propiciado por la habilidad del Racing de Santander para jugar en espacios cortos, quizá por iniciativa de Borja Jiménez por defender más compacto o por la suma de estos dos factores. Sin embargo, el Sporting también fue capaz de jugar un buen rato con la amenaza de sus transiciones y sin pasar apuros en defensa. Un buen ejemplo fueron los últimos 15 minutos de la primera parte.
El segundo tiempo fue más monólogo del rival. Ya no hubo fases de dominio alterno. A Borja Jiménez, como le pasaba a Garitano, le penalizó su fondo de armario. No realizó cambios hasta el minuto 78, dando entrada a Nacho Martín y Pablo Garcia para defender con más hombres y, prácticamente, renunciar a la posesión de balón. Pablo y Guille actuaron de carrileros, Diego pasó a ser el tercer central y la estructura varió al 5-3-2.
La consecuencia de los cambios fue más bien física. El guion no tuvo modificación alguna, el Racing siguió dominando, pero los rojiblancos acusaron el cansancio. Muchos de ellos terminaron con dolores, sin fuerza en las piernas. Los tres últimos relevos desde el banquillo llegaron con el tiempo ya cumplido. Pese a las limitaciones, al final fue suficiente para que el Sporting celebrase la primera victoria de Borja Jiménez. Los detalles cayeron esta vez del lado gijonés.
Galones a Justin
Una de las decisiones más llamativas fue la titularidad de Justin Smith en detrimento de Nacho Martín. Una elección que bien puede ser una constante a partir de ahora o, simplemente, la prueba de que en esa posición sí hay una competencia de nivel. Sucede todo lo contrario en la delantera. Cortés se quedó de nuevo sin jugar y Caicedo ingresó al terreno de juego en el 98’.
Otra determinación que el tiempo dirá si es significativa fue la elección de Pablo por delante de Curbelo para formar la defensa de cinco. Borja Jiménez prefirió al canterano como lateral izquierdo y reubicar a Diego en el centro de la defensa. Pablo encajaba más como carrilero en el 5-3-2 que el Sporting empleó como alternativa para tratar de amortiguar el avance del Racing de Santander.