Lo de Diego Sánchez no hay quien lo entienda
El canterano ha bajado de nivel como lateral en los últimos meses. La visión de Garitano rompe el camino marcado por el club
LaLiga
“Son los periodistas quienes ponéis las etiquetas”, dijo Asier Garitano hace semanas en la sala de prensa, al ser preguntado por la fama que le precede de ser un entrenador defensivo. Calificativos al margen, lo cierto es que el entrenador del Sporting de Gijón está empleando laterales de escasa proyección ofensiva. Uno de ellos está siendo Diego Sánchez, quien últimamente apenas ha jugado en la posición con la que impulsó su inicio en el fútbol profesional.
“Lo veo más de lateral”. Asier Garitano fue así de claro al referirse a Diego Sánchez el sábado pasado. Dos días después formó parte de la alineación como lateral zurdo, su posición de formación. Y no estuvo bien. Suya fue buena parte de la responsabilidad del primer gol, sin contundencia y tampoco la anticipación que le caracteriza cuando juega en el centro de la zaga. Sin ser un central que se imponga por su capacidad física, el canterano destaca por su concentración, posicionamiento y lectura cuando juega de central.
El club también aprecia que el avilesino de 21 años se ha consolidado en el primer equipo gracias a sus virtudes como central. Comenzó a hacerlo desde la negativa a su salida al Burgos en enero de 2024, cuando Miguel Ángel Ramirez cerro la puerta de su cesión y le abrió la de la titularidad. Una oportunidad que Diego agradeció siendo uno de los jugadores más regulares de la segunda vuelta, liderando el paso adelante de la nueva hornada de Mareo.
Para mayor progresión la temporada actual se presentaba como un escenario ideal. El entrenador Rubén Albés apostaba por él, la base de la plantilla seguía siendo más o menos la mismo y Diego ya había superado el momento de aterrizaje al fútbol profesional. Una previsión que se vino abajo por las dos lesiones que ha sufrido esta campaña y, sobre todo, la caída en picado del equipo que dirigía Albés.
Siendo el central más fiable y estable en cuanto a rendimiento, el de Vigo comenzó a emplearle como lateral en su etapa final y, una vez destituido, Garitano dio continuidad al cambio en su primer encuentro, el de Elda, y en el cuarto, el reciente diputado en Castellón. Cote fue el elegido en los otros dos encuentros, mientras que Róber Pier y Nikola Maras fueron los centrales en las cuatro jornadas del nuevo técnico.
Su cambio de rol no es la única novedad significativa del Sporting de Garitano. Todavía es más llamativa la suplencia de Guille Rosas en beneficio de Kevin Vázquez, que como lateral tampoco destaca por su profundidad.