Los números del Real Oviedo avalan el cambio en la portería

Braat deja 6 porterías a cero en 9 partidos y solo en un encuentro ha recibido más de un tanto. Fuera de casa, solo un partido acabó sin encajar

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Braat sale de puñós en su debut
Quentin Braat sale de puños en su debut como portero del Real Oviedo en partido oficial en el Carlos Tartiere.
Lun, 16/01/2023 - 09:52

Una de las primeras decisiones que adoptó Álvaro Cervera en su llegada al Real Oviedo fue el cambio de guardameta. Con Bolo, Tomeu Nadal estaba siendo de lo poco salvable dentro de un equipo que rozaba el esperpento. De hecho, sus intervenciones fueron decisivas para evitar una goleada mayor en casa ante el Cartagena o para mantener a su equipo con opciones hasta el tramo final del encuentro en Albacete.

En ese contexto, no había motivo alguno para abogar por un relevo. Así pues, Tomeu Nadal también jugó los tres primeros partidos con Cervera. En el debut del técnico, consiguió dejar la portería a cero sin apenas tener que intervenir. Después los asturianos tuvieron dos salidas consecutivas en las que recibieron 4 goles, uno de ellos de penalti. Y todos, eso sí, a balón parado. Aunque en alguna jugada el de Manacor pudo haber hecho algo más, no cometió ningún error grosero. Sin embargo, Cervera consideró que la mejor forma de frenar la mala dinámica pasaba por introducir a Quentin Braat en el once.

El guardameta francés, con sus números, avala la decisión que se tomó. Ha dejado la portería a cero en 6 de los 9 partidos disputados. Eso sí, excepto en Tenerife, siempre ha encajado algún gol lejos del Carlos Tartiere. Asimismo, solo en el último partido como visitante ante el Andorra recibió más de un gol durante los 90 minutos.

Braat todavía no sabe lo que es recibir un tanto en su estadio. Además, con su 1,95 centímetros de altura, cumple con una de las exigencias del técnico: Salir en los balones aéreos para no conceder segundas jugadas. Si es cierto que, tal y como ocurrió ante el Alavés, a veces mide mal y, tarde o temprano, eso costará un disgusto. No obstante, el propio Álvaro Cervera cuando fue preguntado hace semanas por esta cuestión afirmó que él prefiere un guardameta que salga y que se equivoque, "a otro que siempre se quede bajo palos".