Nuevo punto de visita para el sportinguismo en Cantabria

Un vínculo en el tiempo. La figura de Manolo Preciado perdura en el recuerdo de los aficionados del fútbol y, en especial, de los seguidores del Sporting de Gijón y del Racing de Santander. Sus dos hogares futbolísticos mantienen una conexión a través de la figura del entrenador fallecido en 2012. En Gijón ya existía un recuerdo palpable con una escultura a las puertas de El Molinón en la alameda que lleva su nombre. Ahora, su Astillero natal también homenajeará a uno de sus embajadores. Cantabria también tendrá su recuerdo. 

Lo hará a través de la colocación de un busto en recuerdo de Manolo Preciado, que ha sido encargado al artista local Jesús Jimeno. Según ha informado el Ayuntamiento de Astillero, el busto, creado con arcilla, se ubicará en un punto del pueblo todavía por determinar pero que servirá como lugar de referencia para los amantes del fútbol en general y del Racing y del Sporting en particular.

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“Un homenaje más que merecido con el que buscamos brindar a uno de nuestros vecinos más ilustres y que con más éxito ha lucido el nombre de nuestro pueblo", manifestó el alcalde Javier Fernández Soberón. Y es que la figura de Manolo Preciado fue un escaparate para el pueblo cántabro de unos 18.000 habitantes. El entrenador siempre lució con orgullo sus orígenes. Muestra de ello también fue que, en 2012, fue nombrado ‘hijo predilecto’ de Astillero. 

El legado de Manolo Preciado todavía se recuerda con cariño en Gijón. El técnico cántabro aterrizó en Asturias en 2006 en una época complicada para el Sporting. A los dos años, conseguiría devolver al conjunto gijonés a Primera división tras una década en la categoría de plata. Al frente del Sporting estuvo 232 partidos, siendo el segundo entrenador con más encuentros al frente del club rojiblanco. Un legado imborrable que se recuerda con especial cariño en El Molinón y que ahora tendrá su reflejo en su Cantabria y su Astillero natal.