Nuevos tiempos, viejas costumbres

El regreso de Luis Carrión marca también un cambio de dinámica en El Requexón: más cercanía, más flexibilidad y un estilo propio que contrasta con la etapa anterior

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El Requexón
Sáb, 11/10/2025 - 09:50

El cambio en el banquillo del Real Oviedo no solo afecta al terreno de juego. Con la llegada de Luis Carrión, también se perciben ajustes en la rutina diaria del equipo, tanto en los entrenamientos como en la comunicación. Un nuevo aire que, sin romper con la profesionalidad instaurada por Paunovic, devuelve cierta naturalidad al día a día del conjunto azul.

Durante la etapa de Veljko Paunovic, la privacidad era una constante. El técnico serbio apostó por entrenamientos completamente a puerta cerrada, buscando proteger cada detalle táctico y evitar distracciones externas. Incluso ordenó colocar lonas alrededor del campo principal de El Requexón para preservar el trabajo del grupo de miradas ajenas. Aquella decisión respondía a su forma de entender la preparación: control absoluto, foco total y un entorno casi hermético.

Con Carrión, el escenario será distinto. El entrenador catalán es partidario de un clima más abierto y flexible. No se trata de restar seriedad al trabajo, sino de rebajar la rigidez y fomentar un ambiente más distendido, tanto dentro como fuera del campo. Las lonas permanecerán, el club no las retirará, pero su presencia será más simbólica que práctica. La sensación es que el nuevo cuerpo técnico no las habría instalado.

También habrá cambios en la organización semanal. Una de las primeras modificaciones será el horario de las ruedas de prensa previas a los partidos, que volverán a celebrarse antes del entrenamiento, como era costumbre antes de la era Paunovic. Un detalle menor, pero que refleja la voluntad de volver a un modelo más natural y menos encorsetado.

En lo deportivo, el primer entrenamiento bajo las órdenes de Carrión ya dejó pinceladas de lo que pretende implantar. La sesión se caracterizó por la intensidad y por un técnico muy dialogante con sus jugadores, participando de forma activa y cercana. Carrión sabe que gran parte del cambio empieza en la atmósfera: generar confianza, recuperar sonrisas y permitir que el futbolista sienta que vuelve a disfrutar de su entorno.

El Requexón vuelve, en cierto modo, a sus costumbres. No hay ruptura, pero sí matices. Paunovic dejó un método preciso y ordenado; Carrión recupera la proximidad y el equilibrio humano. Dos caminos distintos que persiguen lo mismo: que el Oviedo siga creciendo desde la exigencia y el compromiso.