¿Por qué Hassan no celebró su golazo con la grada rojiblanca en el Belmonte?

El extremo francés se estrenó como goleador con la camiseta del Sporting pero no pudo festejarlo con la esquina rojiblanca

Imagen
Hassan
Hassan, junto a Guille Rosas y Roque Mesa, celebrando el gol en el Belmonte
Lun, 23/10/2023 - 15:19

El éxtasis rojiblanco. Haissem Hassan llevaba semanas buscándolo. Y en el Carlos Belmonte hizo lo que llevaba haciendo desde el comienzo de la liga. El mismo descaro, el mismo desborde. Pero acompañado por el acierto final. Un gol de categoría para sentenciar el triunfo rojiblanco y estrenar su cuenta como jugador del Sporting. La alegría del gol dio paso a unos momentos de incertidumbre. La celebración quedó algo descafeinada y el responsable fue González Francés. 

Tras haber conseguido su primer gol de la temporada, Hassan corrió hacia la esquina donde estaba la afición desplazada a Albacete. Pero se frenó antes de llegar. El silbato del colegiado canario así lo provocó. Un pitido que el goleador entendió en una primera instancia como la forma de anular su gran gol. Pero no fue así. El colegiado instó al goleador a no irse a la grada. Forma parte del protocolo arbitral para evitar cualquier tipo de avalancha en la grada dada la emoción del momento. Acercarse a esa zona podría acarrear una amarilla para Hassan. Pero en el momento, la postura del árbitro dio a entender al goleador que el tanto había sido anulado. Así lo entendió el propio Hassan. 

Nada más lejos de la realidad. El propio Guille Rosas, junto a Hassan, le explicaba al francés lo ocurrido e instaba a sus compañeros a acercarse para poder celebrar el tanto de la victoria. Roque Mesa también le contaba al '21' lo que estaba pasando. Mientras tanto, jugadores como Pablo Insua o Róber Pier se acercaban al árbitro para preguntarle lo que estaba pasando. Segundos después de las dudas, la plantilla del Sporting celebró en la esquina el gol, aunque no con la Mareona. 

Sí que pudieron festejar los futbolistas con la afición el triunfo. Hassan se abrazó con la Mareona una vez acabado el partido y regaló su camiseta a un joven aficionado que no pudo contener las lágrimas de emoción. Mucha alegría en la esquina rojiblanca que, por seguridad, no pudo celebrar el tanto que cerraba una gran victoria para la ilusión del Sporting de Gijón.