Proyección, lesiones, el Big Data y una cuenta pendiente: La intrahistoria de César Gelabert

El Sporting cierra con el Toulouse los últimos términos del acuerdo de cesión que 'devolverá' al palentino a Gijón 17 años después

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César Gelabert y Marcelo, en un entrenamiento con el Real Madrid
Sáb, 17/08/2024 - 18:05

El Sporting de Gijón ha metido la directa para conseguir cerrar la incorporación de una pieza codiciada en el mercado de la Segunda división. César Gelabert será, a falta de los últimos flecos entre clubes, el séptimo fichaje rojiblanco en este verano. Las negociaciones han dado un salto y prueba de ello es que César no se encuentra en la lista de convocados del Toulouse para el debut liguero ante el Nantes. Su llegada al Sporting es inminente. 

Se cerrará así un círculo que comenzó en 2005. Juanmi Gelabert fichaba por el Sporting de Gijón para ser uno de los pesos pesados en la plantilla de Ciriaco Cano. Lo hizo en su primer año y también en el segundo tras la llegada de Manolo Preciado. En la primera temporada del cántabro en Gijón, una acción desafortunada en Cádiz le provocó un desprendimiento de retina que le hizo decir adiós al fútbol. Su paso por Gijón fue corto pero sirvió para sembrar una semilla en el pequeño César Gelabert.

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Con poco menos de cinco años, César se instaló en Gijón para acompañar a su padre en la aventura asturiana. Durante dos años, se empapó del fútbol de El Molinón, lugar al que acudía cada dos semanas para ver a su padre defender la camiseta del Sporting. Con la retirada de Juanmi, la familia regresó a Alicante. No sin antes intentar Manolo Preciado que el mayor de los Gelabert se quedara en Mareo para desempeñar otras funciones. No lo pudo convencer. 

Ya en Alicante, César Gelabert comenzó su carrera en la cantera del Hércules. Sus buenas condiciones llamaron la atención en la capital. El Real Madrid le 'pescó' en edad cadete para incorporarle a la Fábrica. Allí sería entrenado por nombres como Raúl, Solari, Guti o Álvaro Benito. Su progresión fue meteórica, siendo destacado en todos sus equipos y convirtiéndose en un fijo para las inferiores de la Selección. En Madrid coincidió, entre otros, con Víctor Campuzano. Cuando en el Real Madrid le veían preparado para comandar al Castilla, llegó el primer golpe. Rotura del ligamento cruzado de una rodilla. Reseteo en Anduva. 

 No es un mal sitio para crecer Miranda. Así lo ha demostrado con el paso de grandes futbolistas. Y así fue con César. Dejó su impronta en los dos años que disputó como jugador del Mirandés para ser una de las revelaciones de la categoría aunque en enero de 2022 le tocó volver a la casilla de salida. Rotura del ligamento cruzado... de su otra rodilla. Un contratiempo que le apartó de la recta final de la temporada. Sin embargo, el destino y la tecnología le traerían otra buena oportunidad. 

Su fichaje por el Toulouse tuvo una explicación: el Big Data. El análisis de datos avalaron su fichaje por el conjunto francés, recién ascendido el verano pasado a la primera categoría francesa. El Toulouse apuesta desde hace unos años por las estadísticas y los análisis para afrontar los mercados de fichajes en busca de las mejores opciones. El nombre de César lo cumplía todo. Y así fue con una firme apuesta hasta 2027. Gelabert respondió logrando ser uno de los mejores jugadores del equipo galo en el comienzo del año. No obstante, problemas físicos le hicieron no tener la regularidad necesaria para seguir siendo importante. Pese a ello, en Francia logró debutar en competición europea disputando seis partidos de Europa League. 

19 años después del primer Gelabert, el segundo volverá a vestirse la camiseta del Sporting de Gijón. Esta vez a la espalda tendrá su nombre y no el de su padre. La llegada de César al equipo de Rubén Albés dará un recurso más para la mediapunta y para el extremo, una dualidad que viene como un guante para el esquema del técnico gallego. Albés y el Sporting confían en poder contar con Gelabert cuanto antes.