Quentin Braat mejora a sus predecesores
Si se contabilizan las primeras 23 jornadas ligueras de los guardametas que estuvieron en el Oviedo desde el regreso a Segunda, ninguno es capaz de igualar los registros del francés
En las últimas temporadas, la portería del Real Oviedo ha tenido muchos inquilinos. Año tras año los guardametas se suceden con un mismo patrón: ninguno acaba de convencer ni al club ni a la afición y, al margen de momentos puntuales, ninguno alcanzó un gran rendimiento durante todo el curso.
En verano, el conjunto carbayón optó por primera vez por mirar el mercado extranjero, y Rubén Reyes ató a Quentin Braat (Fontainebleau | 1997) como último servicio. Nueve meses después de su desembarco en Asturias, el guardameta está asentado como titular, habiéndole ganado la batalla a un duro rival como Tomeu, y cada vez se encuentra con mejores sensaciones. Y si analizamos los números, ningún portero desde el regreso a la categoría de plata es capaz de superarle.
En los 23 partidos que lleva disputados en liga, Braat ha encajado 16 tantos, por lo que posee el mejor promedio de goles recibidos (0,69 goles por partido) e incluso está compitiendo por ser el zamora esta misma temporada. Para optar al galardón, es necesario jugar 28 encuentros como mínimo, y si el francés los juega todos de aquí a final de curso podrá aspirar a él. Por el momento, aparecen por encima de él Álvaro Valles, Cárdenas –lesionado hasta final de temporada– y Raúl Fernández, el actual zamora con 18 goles en 28 partidos (un promedio de 0,64).
Comparando sus números con el resto de guardametas que pasaron por el Real Oviedo en los últimos años, ninguno es capaz de igualar este promedio en sus primeros 23 encuentros con la camiseta azul. Femenías, el más reciente, recibió 21 tantos en ese periodo, lo que significa un promedio de 0,91 goles por partido. Tampoco pudieron batirle Lunin, Champagne, Alfonso Herrero o Juan Carlos, destacando este último (negativamente) por encima del resto, durante la etapa de Fernando Hierro en el banquillo carbayón. Por aquel entonces, el equipo recibía muchos goles fuera de casa y lo pagó caro el guardameta, encajando 29 dianas en esos 23 primeros encuentros.
Durante su estancia en el conjunto azul, Braat ha conseguido dejar su portería a cero hasta en 10 ocasiones, unas cifras muy buenas que pocos porteros pueden igualar. El francés solo encuentra competencia si nos remontamos a la última temporada del Oviedo lejos del fútbol profesional. En el curso 14-15, Esteban consiguió dejar su portería a cero en 12 encuentros y es el que más se acerca al promedio del galo, con 0,82 goles encajados por partido.
Quentin se está adaptando correctamente a la liga y, aunque aún le faltan muchos defectos por pulir –tal y como comentó él mismo en rueda de prensa–, se le ha visto más cómodo estas últimas semanas. Sin mucho trabajo, el meta hace de media unas dos paradas por encuentro y está blocando bien los balones que llegan al área. Lejos quedan ya esas dudas iniciales durante sus primeros encuentros, en los que muchas veces el guardameta salía sin decisión a por el balón, causando cierto runrún en la grada.