Una declaración de intenciones que aún no tiene boceto

La entidad asturiana asegura que su autocrítica se traducirá en cambios estructurales que analizará en las próximas semanas

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Mareo
El principal edificio deportivo de Mareo.
Mié, 23/04/2025 - 17:17

El problema no es el método Orlegi, sino las personas que dudan o lo ejecutan en otra dirección. Eso fue lo que aseguró José Riestra durante su intervención hace semanas, días después de la destitución de Rubén Albés y la llegada de Asier Garitano al Sporting de Gijón. Según subrayan sus dirigentes, la filosofía Orlegi admite matices, mejoras, modificaciones, pero su fondo es el camino hacia el éxito. Si este no llega es por, entre otros motivos, una mala ejecución.

Para el aficionado rojiblanco solo puede ser una cuestión de fe. A eso sí que puede agarrarse para mirar con ilusión a la próxima temporada, salvo catástrofe, en Segunda división. Últimamente, la entidad asturiana ha transmitido mensajes esperanzadores, aunque la realidad es que la mayor parte de sus intenciones ni mucho menos son realidades. A día de hoy, muchas de ellas son palabras que todo aficionado abraza y que reducen el entorno crítico que ha puesto el foco en la gestión del Grupo Orlegi.

La excepción de todo esto es la de Jonathan Dubasin. En su caso sí ha habido un primer movimiento o comunicación a su club de propiedad para transmitir la intención de efectuar la opción de compra. Habrá que ver cómo lo encaja el Sporting y si cierra la puerta a una posible plusvalía inmediata. En cualquier caso, el anuncio que hizo José Riestra ya está en marcha.

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José Riestra.

 
Otra cosa es el resto de propósitos. Por ejemplo, el director global de fútbol de Orlegi prometió “cambios”, así como una “reorganización de responsabilidades” en las categorías inferiores. Sin embargo, a estas alturas, el Grupo Orlegi no ha tomado ninguna determinación al respecto. Tampoco ha estudiado en profundidad las posibilidades y si las novedades pueden alcanzar al primer equipo. Una situación llamativa es la de Óscar Garro, cuya labor está bien valorada por la propiedad y no tanto por profesionales externos. 

Es esa línea de, primero, calmar los ánimos y, después, tratar de concretar, el Sporting tiene el deseo de contar con jugadores importantes como César Gelabert, Rubén Yáñez y Nacho Martín. Los dos últimos tienen contrato hasta el 30 de junio de 2026 y salarios muy dispares. Ambos cuentan con un buen cartel en el mercado como también lo tiene Gelabert. La continuidad del palentino a través de su opción parece improbable, por lo que a partir de ahí se abrirá una competencia económica en la que el Sporting no se posicionará como favorito. A ninguno de los tres se les ha planteado algo concreto. 

En otro orden temporal y de prioridades están las continuidades de otros jugadores importantes. La oferta a Nacho Méndez sigue en pie, sin comunicación de rechazo o aceptación por parte del ’10’, mientras que la de Róber Pier y Lander Olaetxea se debatirán más adelante. Las ampliaciones de sus contratos dependen de varios factores y están tan en el aire como los “cambios” proclamados por el director global de fútbol de Orlegi Sports.