Con la buena voluntad no es suficiente
El presidente azul, Martín Peláez, espera del Ayuntamiento de Oviedo una mayor implicación para sacar adelante los proyectos que el Grupo Pachuca quiere implantar en el Carlos Tartiere
Con la administración pública hemos topado. Al Grupo Pachuca le está costando cogerle el punto a la burocracia española. O eso al menos es lo que se desprende en algunas de sus intervenciones cuando muestran su desconcierto con las trabas que encuentran en cada uno de los proyectos que intentan sacar adelante en favor del Real Oviedo. Primero fue con la nueva ciudad deportiva, retrasada precisamente por la garantía con los plazos de ejecución, y ahora con las reformas planteadas para el Carlos Tartiere.
Este mediodía, el presidente del Real Oviedo, Martín Peláez, no ha escondido la irritación que le produce que la proactividad del Grupo Pachuca se tope con la parsimonia del Ayuntamiento de Oviedo. El conglomerado mexicano, junto a la empresa valenciana Molcaworld, había diseñado un proyecto para la revitalización del Carlos Tartiere del que aún se esperan más detalles. Y es que, más allá de las mejoras implantadas recientemente - videomarcadores, publicidad digital, megafonía e iluminación -, financiadas por la propiedad del Real Oviedo, del resto no ha trascendido nada. Y no por las ganas de Pachuca para llevarlo a cabo.
"Estamos un poco frustrados, sinceramente. Desde que llegamos, hemos invertido en el Tartiere más de tres millones de euros y a veces pensamos que el Ayuntamiento no camina a nuestra velocidad. El tema de los videomarcadores fue todo un dolor de cabeza, por ejemplo, siempre pagándolo nosotros, aunque el estadio sea municipal. Ahora nos exigen unas adecuaciones y un mantenimiento de 200.000 euros", expresó Martín Peláez este mediodía tras la presentación de Jonathan Dubasin.
Y es que el Grupo Pachuca quiere hacer del Carlos Tartiere más que un estadio de fútbol. Es decir, un recinto en el que la experiencia del aficionado trascienda más de los 90 minutos que dura un encuentro. Sin embargo, nada de lo ideado ha tomado tierra. "En todas las reuniones siempre hubo buena voluntad, pero pocos hechos. La mayoría del Ayuntamiento siempre ha mostrado buena predisposición, pero nos gustaría algo menos de voluntad y más hechos", se refirió sin rodeos Martín Peláez. Bajos comerciales, una nueva estructura y la remodelación de los palcos vips eran algunas de las ideas proyectadas.
El Grupo Pachuca espera del Ayuntamiento de Oviedo más que buenas intenciones. Quiere que esas voluntades se transformen en acciones que repercutan en beneficio del estadio de fútbol y, por ende, del club que dirigen. Lo que parece haberse encauzado es el proyecto para la creación de una nueva ciudad deportiva. A falta de más detalles, el proyecto va "encaminado" y desde el conglomerado mexicano esperan "dar noticias en unos días o, como mucho, en unas semanas".