El tercio de acierto que debe superar el Sporting
La dirección deportiva del club y la del Grupo Orlegi deberán mejorar su puntería para aspirar a los objetivos marcados
Luis Manso
Resulta muy complicado pensar en una temporada positiva si el acierto sobre más de una docena de fichajes apenas alcanza un 30% . Ese fue el saldo de las altas del Sporting de Gijón el curso pasado, con un suspenso en verano y peor nota en invierno.
Nunca es una tarea sencilla. Mucho menos si los responsables de la planificación deportiva necesitan un tiempo para la adaptación. Ese periodo lo tuvo Gerardo García a la hora de cuadrar los números y comprender la alta complejidad de encajar el tope salarial. Además, los gestores deportivos de los servicios compartidos de Orlegi Sports no tenían conocimiento de primera mano acerca de la Segunda división española. Pese a ello, el Sporting dio la impresión de haber conseguido formar una plantilla competitiva tras el mercado de verano. Sin embargo, por lo visto después, los servicios compartidos infravaloraron la segunda categoría del fútbol español.
Desde el cambio de rumbo hasta aquí, la jerarquía en la toma de decisiones se ha visto modificada. Gerardo García fue el principal responsable del grueso de los fichajes del verano pasado, pero el orden se invirtió en invierno. Jeraldino y de Amores fueron refuerzos de los máximos gestores de Orlegi, quienes ya formaban parte de la estructura del grupo mexicano antes de su aterrizaje en Asturias.
En ese sentido, 11 meses después del cambio de propiedad, no se conoce con exactitud cómo trabaja la dirección deportiva del Sporting de Gijón. Nadie ofrece información al respecto. Gerardo García nunca se ha sentado ante los medios de comunicación. Tampoco lo ha hecho Israel Villaseñor, director de Gestión Deportiva de Orlegi Sports. Sí ha dado explicaciones David Guerra, sin meterse de lleno en el asunto, pero el director ejecutivo no suele intervenir en las negociaciones. Se intuye que tampoco en la toma de decisiones acerca de los posibles refuerzos.
Más allá de lo desconocido, lo que está claro es que el método de trabajo no ha sido positivo en la primera temporada. A lo largo del curso fueron 15 los fichajes. Una multitud entre la que, tras un análisis generoso, solo cinco refuerzos tuvieron continuidad en el terreno de juego. Ellos fueron Insua, Otero, José Ángel, Izquierdoz y Zarfino. El último se perdió la recta final por lesión y, curiosamente, el argentino negocia su salida a Santos Laguna. De ahí lo de la generosidad...
Por diferentes motivos, Cristo, Valentín, Carrillo, Jony, Milo, Bamba, Bruno, Marsá, Jeraldino y De Amores no funcionaron. Varios de ellos, eso sí, tendrán ahora su reválida. Otros ya no podrán tras finalizar su etapa en el club. Para la revancha, para los que aún pueden agarrarse a ella como en el caso de la actual dirección deportiva, este mercado ofrece una buena oportunidad. Conseguir más con menos. Y es que el Sporting verá reducido su margen de maniobra, por lo que deberá ser preciso con las salidas y, sobre todo, tener mayor puntería con los fichajes.
