Alberto Reina llama a la puerta del once de Paunovic

Fue verdugo en Anduva y hoy es esperanza en el Tartiere. Paradojas del fútbol. Alberto Reina, uno de los pilares del Mirandés que soñó con el ascenso el pasado curso, se ha convertido en una de las grandes sensaciones del Real Oviedo en esta pretemporada.

Su fichaje sorprendió a muchos, llegó como tercer refuerzo, pero no a José Juan Romero, su exentrenador en Ceuta, que ya avisó en una entrevista concedida a Radio Marca Asturias: “El Oviedo ficha sobre seguro, es un futbolista que aún no ha tocado techo”.

Y vaya si tenía razón. Desde su llegada, Reina ha dejado claro que viene para quedarse. Ha sido titular en todos los partidos de preparación salvo en Grao, donde descansó por precaución junto a otros titulares. Tanto si le toca jugar como pivote junto a Sibo, sacando el balón con criterio, como si actúa más liberado en zonas de tres cuartos, su rendimiento ha sido más que notable. El andaluz combina desparpajo, lectura de juego y capacidad de adaptación, virtudes que no han pasado desapercibidas para Paunovic.

Reina le marcó al Oviedo el pasado junio, en la ida de una final de playoff que acabaría tiñéndose de azul en el Tartiere. Hoy, tras cambiar de bando, todo apunta a que será una de las piezas importantes del nuevo proyecto carbayón en Primera División. Porque si algo ha demostrado hasta ahora es que está preparado para el reto.