El logro aislado que sí cumple Miguel Ángel Ramírez
En el momento de su llegada, el técnico se marcó dos objetivos que, salvo en una excepción, está lejos de alcanzar
Luis Manso.
Recortar los puntos con el sexto clasificado y potenciar el rendimiento de sus jugadores. Esos son los dos retos que Miguel Ángel Ramírez se propuso cuando aceptó la propuesta del Grupo Orlegi para dirigir al Sporting de Gijón.
Lo dijo el mismo día de su llegada, lo reiteró en varias ocasiones después. Ramírez lo comentó públicamente y reconoció que para eso había llegado, que asumía la exigencia y la ambición de la propiedad, que a mediados de enero aún confiaba en la reacción del equipo para agotar sus opciones de play off.
El técnico canario fue cauto con sus palabras, no dijo abiertamente que su obligación fuese alcanzar la sexta plaza, pero sí que estableció como obligación recortar puntos con el sexto clasificado. Y para eso, necesariamente está relacionado, era imprescindible la mejora en el rendimiento de sus futbolistas. Sin embargo, casi dos meses después, de momento no lo ha conseguido. Ni una cosa, ni la otra.
Para prueba de ello, ahí están los datos. Ramírez llegó con el equipo situado decimoquinto de la tabla a ocho puntos del sexto clasificado. Hoy, ocho jornadas después, el conjunto gijonés está decimoséptimo a 15 puntos del play off. Tras su llegada, el Sporting no solo no ha reducido la distancia, sino que prácticamente ha acumulado la misma desventaja en estos ocho partidos que en los 23 anteriores.
Al menos, el colchón con la permanencia también ha aumentado de tres a seis puntos, aunque los asturianos se han visto beneficiados por la ausencia de victorias de la Ponferradina desde el aterrizaje de Ramírez. El equipo que dirige David Gallego también marcaba el descenso cuando Abelardo fue destituido.
Por la relación entre objetivos, el rendimiento de los jugadores ha condicionado la situación deportiva colectiva. Ramírez y su cuerpo técnico no han sido capaces, no hasta la fecha, de optimizar el potencial de los miembros de la plantilla. La defensa se está traduciendo en una virtud para el equipo contrario, el centro del campo no termina de ser eficaz y a la línea atacante le cuesta generar ocasiones claras de gol. Solo hay un caso con nombres y apellidos que es la excepción que confirma la regla: Pedro Díaz Fanjul.
El '8' rojiblanco sí que ha elevado su nivel en este 2023. Ha marcado dos de los tres goles que lleva esta temporada. Ha asumido el liderazgo y no parece superado por el bloqueo colectivo. Una progresión evidente que no sobresaliente. En cualquier caso, Pedro ha mejorado su rendimiento.
Al margen de sus posibles errores como entrenador, a Miguel Ángel Ramírez le ha perjudicado el balance del último mercado de fichajes. Además de Diego Mariño, la entidad asturiana traspasó a José Gragera, uno de sus mayores activos, y contrató a tres nuevos futbolistas que no están siendo productivos para sacar los partidos adelante. Marsà proyecta tan buen trato con el balón como fragilidad en los duelos, mientras que Jeraldino sigue estando mermado por sus problemas musculares. De Amores, el tercero de los fichajes, aún no ha debutado.
