El Molinón saca su cara más exigente y nerviosa

18.390 aficionados se dieron cita ayer en el partido del Sporting y la falta de contundencia de los suyos se convirtieron en momentos de nervios

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Tribuna Oeste de El Molinón en el partido ante el Alcorcón
Dom, 17/03/2024 - 21:51

El partido ante el Alcorcón tenía la vitola de ser importante. Los resultados que iban llegando desde otros campos hacían que el Sporting de Gijón tuviera en su mano meterse de lleno en la promoción a través de una victoria. La afición, consciente de ello. Por eso, cuando los relojes marcaban que se habían sobrepasado las 19:20 horas, recibió al autobús rojiblanco como lleva haciendo prácticamente toda la temporada. Ambiente de categoría a la llegada al estadio que buscaba su continuidad con el comienzo del partido. 

El comienzo tibio del Sporting, con el Alcorcón llevando las primeras iniciativas, hizo que El Molinón no fuera una caldera como en otras ocasiones desde el inicio. Las gradas fueron cogiendo algo de temperatura con el paso de los minutos aprovechando alguna que otra decisión de Saúl Ais Reig para subir grados. El juego del equipo de Ramírez no terminaba de gustar a El Molinón, no dominaba el Sporting a uno de los equipos de la parte baja. Por eso, en algunas jugadas de posesión rojiblanca en las que balón retrocedía en vez de avanzar, algunos pitos afloraron

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Rivera

 
No fueron unánimes, ni mucho menos. Pero sí que se dejaron notar en algunas fases del partido en las que los rojiblancos optaban por la posesión calmada antes de darle velocidad. Unos nervios desde el público que afloraban en la recta final del partido por lo estrecho del marcador. Cada vez que un balón iba en dirección a Rubén Yáñez, el 'run run' se instauraba en la grada de El Molinón. Un público que también despidió, de nuevo en minoría, con pitos a Nacho Méndez cuando fue sustituido por Christian Rivera. 

El sonido de viento se coló en la sala de prensa. Ramírez fue cuestionado por los pitos que se escucharon durante el partido. De la música de viento a otro tipo de música. "Nos gusta el 'rock and roll', pero hay un equipo enfrente que te presiona de una manera y no te permite progresar. Esos pases atrás permiten que el equipo contrario se estire, venga y encontremos huecos. Nosotros vemos los pitos con naturalidad (...) En alguna acción concreta que le dimos el balón a Rubén acabamos en el área contraria y estuvimos cerca del gol", explicaba el entrenador. 

Más allá del enfado de algunos aficionados por el juego del equipo, lo cierto es que el Sporting cumplió la misión. Tenía que ganar y ganó. Los rojiblancos llegarán a Lezama en puestos de playoff y será de los primeros de los equipos que están inmersos en su pelea en jugar su partido. Lo harán necesitados de sensaciones. Esas que ayer no aparecieron en El Molinón pero que no fueron necesarias para obtener los tres puntos. Tiene que mejorar el Sporting, sin duda. Lo sabe Ramírez y lo sabe el vestuario. Lo que también demuestra la Segunda división, lo hace día tras día, es que las victorias se cotizan caras. Que no se le pierda el valor.