El Oviedo cumple con el primer mandamiento

El primero de los dos goles ante el Málaga se produjo tras una acción a balón parado, precisamente, uno de los aspectos del juego en los que Paunovic incidió durante su presentación

Imagen
Oviedo
Los jugadores del Oviedo celebran el gol de la victoria ante el Málaga
Lun, 31/03/2025 - 10:13

Corría el minuto 74 cuando Jaime Seoane colocó el balón con mucho mimo para la ejecución de una falta lateral desde el costado izquierdo. Oviedo y Málaga, en un partido sin demasiadas ocasiones, empataban sin goles en el marcador en un partido muy propio de Segunda división, con mucha igualdad a pesar de los que dicta la clasificación. Sin embargo, el conjunto boquerón no contaba con la pizarra de Paunovic.

El mediocentro madrileño colgó un balón muy dulce al área pequeña, pero ninguna cabeza azul cazó el envío. El rechace provocado por la defensa malaguista dejó franco el balón a Colombatto, que esperaba dentro del rectángulo grande para culminar la jugada. Un fuerte golpeo con la pierna izquierda terminó colándose en la portería de Alfonso Herrero, que nada pudo hacer para evitar el primer tanto del Real Oviedo.

De esta manera, el equipo carbayón cumplió en el primer partido de la 'Era Paunovic' con el primer mandamiento que el serbio proclamó durante su presentación: el balón parado. Preguntado acerca de los aspectos en los que debe mejorar este Oviedo, el nuevo entrenador azul no dudó a qué debía sacar más brillo a lo largo de estos diez partidos para los que se ha comprometido.

"Hasta hoy hemos marcado 13 goles a balón parado, penaltis incluidos. Quiero mejorar eso, la importancia del balón parado es crucial", explicó Paunovic en su primera intervención ante los medios de comunicación, conocedor de la igualdad de la Segunda división y la importancia que tiene la pizarra, especialmente, en partidos atascados como el de este pasado domingo.

A favor del Real Oviedo cuenta el talento de varios jugadores que son capaces de sacarle el mayor rédito posible a este tipo de acciones. Futbolistas como Santi Cazorla, Jaime Seoane o Santiago Colombatto, los ejecutores más habituales hasta la fecha, avalan esta teoría. En esta ocasión, el argentino cambió su rol y se colocó a la espera de un rechace. Un planteamiento que dio sus frutos en el primer partido del Oviedo de Paunovic.