El Oviedo encaja más del 50% de los goles a balón parado
El conjunto azul ha mejorado en la estrategia, sobre todo en la ofensiva, pero sigue siendo uno de los equipos más goleados en esta faceta
Durante la época de Bolo fue un quebradero de cabeza y en la etapa de Cervera, aunque en menor medida, también. Los problemas con las jugadas de estrategia se suceden partido tras partido. Así han llegado 15 de los 26 tantos encajados, lo que significa que el 57% de los goles que recibe el equipo llega cuando se produce la asociación entre el balón y la pizarra.
Ya sea a través de los saques de esquina, de faltas laterales o de penaltis, el conjunto carbayón sufre en exceso y no es capaz de acabar con esta hemorragia que le está costando muchos puntos en lo que va de temporada. Sin ir más lejos, el pasado domingo lo volvió a vivir en sus propias carnes. En el 89´, Ricard Sánchez, completamente solo, se aprovechó de un rebote en la frontal del área para anotar el único tanto del encuentro. Los azules, que habían sido superiores en muchos tramos del partido, se fueron de vacío por un nuevo error en la estrategia. No es fruto de la casualidad.
A través de los saques de esquina han llegado la mayoría de los tantos encajados, concretamente ocho. Y una cosa queda clara: al Oviedo le cuesta mucho más defender esas segundas jugadas en las que los defensas pierden las marcas y aparecen las oportunidades para los rivales. En varios encuentros, algunos equipos incluso consiguieron repetir la misma jugada con éxito. Fue el caso del Cartagena en el Tartiere, que logró replicar el mismo saque de esquina para conseguir dos goles, ambos del central Alcalá, que a la postre acabarían siendo definitivos (1-3).
Desde su llegada al banquillo, Cervera ha insistido mucho en tener cuidado con las denominadas “faltitas”, aquellas que se realizan sin necesidad y cuando el rival no está en una posición prometedora. A través de premisas claras y sencillas, el técnico ha logrado que se reduzcan los goles encajados, pero no ha podido evitar que los suyos recibiesen tres goles a través de faltas laterales, la segunda forma de estrategia que más castiga a los azules. Curiosamente, los tres lejos del Tartiere, a pesar de que en algunos poco se pudiese hacer para evitarlos (uno de ellos fue la volea de Pulido, uno de los goles del año).
Lo que sí está haciendo bien el Oviedo es que esas faltas no se produzcan dentro del área. Los carbayones son uno de los equipos que menos penaltis conceden de la categoría (2), eso sí ambos acabaron en gol. El resto de tantos llegaron a través de los saques de banda (2), una jugada que ya se puede incluir en la estrategia, pues cada vez son más los equipos que optan por colgar los balones al área.
El Oviedo seguirá una semana más merodeando la zona baja, esta vez un punto más cerca de los puestos de descenso que marca la Ponferradina. Lo que queda claro es que la estrategia les sigue penalizando, lo que supone una dificultad añadida para un equipo que para puntuar necesita imperiosamente dejar su portero a cero. Cervera ha reducido el volumen de goles encajados, pero la estrategia sigue siendo un aspecto mejorable.