El Sporting dibuja un primer boceto con dos salidas y una entrada
La necesidad de dar salidas condiciona su comportamiento. Los fichajes en los últimos días sí pueden dar resultados
Sin quererlo, relajado por la buena situación y por no tener que medir tanto sus palabras, Miguel Ángel Ramírez ofreció un adelanto de la posición del Sporting de Gijón en este mercado de fichajes. El club parece tener interiorizado que no habrá movimientos inmediatos, no al menos en cuanto a entradas, mientras que no descarta ningún escenario para encontrar el extra de competitividad que necesita la plantilla.
Para empezar, el club deberá hacer, como mínimo, dos salidas si cumple su palabra con Bamba y el futbolista desea continuar. Un compromiso que el propio entrenador confirmó este martes. Su alta en el primer equipo supondría la necesidad de dar una baja, por lo que para la llegada del delantero habría que liberar un hueco más. Otra salida.
De momento, el conjunto gijonés contempla las cesiones de Diego Sánchez y Nacho Martín. La cesión del segundo parece más decidida que la del primero. El Burgos está en un proceso de cambio de propiedad y Ramírez no tiene claro que pueda prescindir del defensa. Asimismo, salvo sorpresa, Enol Coto se marchará, aunque en su caso se liberaría una ficha del filial.
Al margen de los canteranos, la posible marcha de Jeraldino sigue encima de la mesa. Tampoco se puede descartar alguna cesión, sobre todo, si el futbolista no está conforme con lo que Ramírez puede prometerle. Más improbable parece que el entrenador reconsidere sus evaluaciones, prescindiendo de un futbolista al que creía importante para él. Dadas sus palabras hace unas semanas, cuando elogió el compromiso de cada uno de los miembros de la plantilla y relativizó el valor del mercado que se abre, esa decisión sería contradictoria. Su intervención de ese momento habría carecido de coherencia.
Un discurso que este martes ha sido esclarecedor en varios aspectos. El canario no ha rechazado el mercado extranjero para incorporar a un delantero, así como ha asegurado que en diciembre no se ficha. Una afirmación que es cierta en el sentido de que no es posible inscribir antes de enero. Lo que sí es realizable, aunque poco frecuente, es tener avanzada una incorporación en estas fechas. Sin ir más lejos, Jeraldino llegó a Gijón a primeros de enero del año pasado. Su condición de ‘jugador Orlegi’ precipitó su llegada. Y nunca mejor dicho, el chileno llegó lesionado.
Precisamente los tiempos y las formas no son una cuestión menor, lo que puede llegar a resultar contradictorio. El Sporting afrontará tres partidos en el mes de enero y un cuarto a primeros de febrero. Citas en las que ya podría contar con un refuerzo. Sin embargo, teniendo en cuenta la temporada anterior, hay casos que indican que la paciencia puede llegar a ser una virtud. El Málaga hizo fichajes tempraneros y descendió. El Leganés incorporó a Karrikaburu a mediados de enero, pero su rendimiento fue poco más que correcto. El Alavés se reforzó con Villalibre casi sobre la bocina y terminó siendo decisivo. O incluso el Racing de Santander contrató el 31 de enero al desconocido Roko Baturina, quien fue determinante para la permanencia de los cántabros.
En este contexto de mercado, cuyo grueso de operaciones cada vez se demora más, la entidad asturiana se mantiene tranquilo. Es una realidad que la dirección deportiva ya ha tanteado posibles incorporaciones, ha preguntado por disponibilidades y condiciones, pero hasta la fecha no ha ido a más. En esa primera ronda de contactos se ha encontrado tanto negativas como buenas intenciones. En cualquier caso, el Sporting asume que salvo sorpresa no reforzará a su equipo hasta bien avanzado el periodo de fichajes.