El Sporting B, todo una trituradora de entrenadores

La temporada sin premio del Sporting de Gijón B ya se ha cobrado su primera víctima. Dani Mori no seguirá al frente del filial rojiblanco un año después de haber aterrizado en la Escuela de Fútbol de Mareo para dirigir un proyecto potente a nivel de Tercera RFEF pero que no ha culminado con el principal objetivo. La salida del cangués tras la eliminación ante el Praviano es un nuevo movimiento en el filial del Sporting que suma un nuevo entrenador cesado tras no cumplir objetivos. 

Desde la temporada 2018/2019, el vaivén de técnicos en el Sporting B ha sido una constante. El ascenso al primer equipo de José Alberto López dio paso a una época de poca estabilidad donde nadie ha conseguido superar el año y medio de permanencia en el banquillo del filial. La promoción del técnico ovetense tras el despido de Rubén Baraja dejó el filial en manos de Isma Piñera. Un técnico que ya había tenido presencia en el segundo equipo aunque sus resultados no valieron su continuidad. Esa temporada la finalizó Manolo Sánchez Murias. 

Imagen

 
Para la próxima campaña, el club apostó por Samu Baños. Una apuesta firme por un entrenador buen conocedor del fútbol base y que fue capaz de promocionar jugadores desde la cantera y obtener un gran rendimiento en su primer año en Segunda B. Samu finalizó la temporada con éxito y le valió continuar un año más en el filial. Un curso después, una victoria en 9 partidos motivaron su cese. Entonces, Sergio Sánchez tomó las riendas del filial pero no pudo conseguir la permanencia. El Sporting B caía a la Tercera división. 

Una categoría en la que, dos cursos después, sigue sin demostrar su condición de favorito. Sergio Sánchez se quedó a las puertas de un ascenso directo que le negó un tanto en el descuento del Real Oviedo Vetusta. En la promoción de ascenso cayó eliminado ante el Lealtad. El de Carbayín Alto fue cesado el 4 de julio, poco después de sonar como posible opción para hacerse cargo del primer equipo ante la mala racha de Martí. 

Y el sexto movimiento llegó con el fichaje de Dani Mori. Un técnico con buen cartel, con experiencia en categorías superiores y con capacidad para dirigir un vestuario totalmente nuevo. A pesar de que el equipo mejoró sus prestaciones, especialmente lejos de Mareo, no sirvió para conseguir el ascenso directo. Algo que se le exigía al único equipo profesional de la categoría. El Praviano sentenció a un entrenador que, como pasó con sus antecesores, no cumplió con el objetivo. 

La mirada del Grupo Orlegi se centra en el futuro. Se convertirá esta en una mirada doble. A lo que ocurra con el Sporting B se añadirá lo que pasará con el Sporting C, el equipo que se integrará a la disciplina rojiblanca este verano y que servirá para albergar al talento que llegue a la Academia Élite. En este sentido, el grupo mexicano no descarta la llegada de entrenadores internacionales para la base rojiblanca. 

Samu Baños, a los mandos
A la espera de decidir el nuevo rumbo del filial, el segundo equipo del Sporting de Gijón continuará trabajando hasta que finalice la competición en Segunda división. Los entrenamientos quedarán al mando de Samu Baños. El que era segundo entrenador de Dani Mori tiene pendiente una reunión con el club para decidir su futuro, algo que también ocurre con el resto del cuerpo técnico. Mientras tanto será Samu quien se haga cargo de las sesiones de trabajo del filial, ya sin nada en juego.