La advertencia de Ziganda y la del 2016

El Real Oviedo sigue de dulce. Los azules disfrutan este lunes de una merecida jornada de descanso tras el triunfo ante el Mirandés del pasado sábado en el Carlos Tartiere. El resto de resultados de la jornada hace que todo quede igual que empezó, con el equipo de José Ángel Ziganda en la sexta posición con tres puntos de ventaja sobre el séptimo clasificado. Eso sí, a una jornada menos para el final de campeonato. Una situación que los oviedistas ya conocen, ya que en la temporada 2015/2016, la primera en Segunda División tras el ascenso en Cádiz, los carbayones eran quintos a estas alturas, aunque un mal final de temporada les impidió jugar play off. 

Ahora mismo, el Real Oviedo mira a otros cuatro equipos, dos por delante suyo, Tenerife y Girona, y otros dos por detrás, Ponferradina y Las Palmas. El equipo viene demostrando a lo largo de las últimas semanas que tiene la ambición de ir a por el quinto y cuarto puesto, pero sin olvidar lo de atrás. Los bercianos están a tres puntos más la diferencia de goles particular, favorable a los oviedistas, mientras que el cuadro canario se encuentra cinco puntos por debajo y con un duelo clave entre ambos en la penúltima jornada. Una situación similar a la de la campaña 2015/2016, donde el equipo era quinto tras la jornada 38. 

Y es que se da la circunstancia que el Real Oviedo no se veía en esta situación desde hace seis temporadas. En un año que se complicó tras la salida de Sergio Egea, los carbayones encararon la recta final de la campaña en posiciones de play off. Tras la jornada 38 eran quintos con tres puntos de ventaja sobre el séptimo clasificado, que en aquel entonces era el Elche. Pese a ello, cuatro derrotas en las últimas cuatro jornadas impidieron que el sueño de la promoción de ascenso se desvaneciese. "Que la ola no nos coma", dijo Ziganda el pasado sábado tras la victoria.

Desde entonces, los carbayones no lograban encarar las cuatro últimas jornadas en posiciones de privilegio. Con Fernando Hierro eran octavos, mientras que el primer año de Juan Antonio Anquela, el equipo marchaba séptimo, en una temporada en la que la diferencia de goles particular con el Numancia dejó a los oviedistas fuera de la lucha por el ascenso. Una temporada más tarde, la compartida por el jienense y Sergio Egea, los azules eran octavos a cinco de la promoción, mientras que en las dos últimas campañas, el equipo no optó a las seis primeras plazas, en dos años muy complicados. Ahora, José Ángel Ziganda tiene cuadro asturiano en una posición privilegiada y en su mejor momento. Datos que invitan al optimismo y a pensar, que este año sí, el Real Oviedo acabará jugando el play off de ascenso a Primera División.