La entrevista más futbolera de Abelardo
El extécnico y exjugador del Sporting ha concedido una entrevista biográfica desde sus inicios como futbolista a su actual etapa como entrenador
Abelardo parece estar viviendo un momento de tranquilidad tras su salida del Sporting de Gijón el pasado mes de enero. Eso es lo que se desprende de su más que interesante entrevista en Jot Down Sport, en la que repasa su trayectoria, descubre varias de sus vivencias y destapa la esencia de un vestuario. También cómo era la personalidad de muchos de los técnicos por los que fue dirigido. Estas fueron algunas de sus reflexiones.
Sus inicios junto a Luis Enrique: "Íbamos a la misma clase del Julián Gómez Elisburu. Jugábamos al fútbol en el patio, y un día, un chico dos años mayor que nosotros con el que jugábamos, Alfonso, nos preguntó: «Oye, ¿cómo no venís a jugar al Xeitosa?». Le había llamado la atención cómo jugábamos tanto Luis como yo. Teníamos ocho años. Le dijimos: «Bueno». Habló con Brito, fuimos un día a hacer una prueba con ellos y allí nos quedamos".
Del Xeitosa al Sporting: "Teníamos un equipazo. No es por pecar de vanidosos, pero éramos siete en aquel equipo, y a los cinco titulares —cuatro y el portero— y el primer reserva nos ficha el Sporting para el equipo alevín".
Tras varias cesiones, estuvo a punto de elegir al Caudal y no al Sporting B: "Mi padre no me podía llevar a Mieres, así que me tenía que sacar el carné de conducir, e ir a entrenar de aquí a Mieres no era como ahora: era la típica carretera antigua, con aquellos túneles, mucho tráfico… Mi madre tenía miedo: no te vayas, que si el coche, que si patatín, patatán. Entonces, mi padre habló con García Cuervo y le dijo: "Mira, mi hijo pilló una decepción muy grande cuando tal, y lo único que te pido es si me puedes asegurar que mi hijo se va a quedar en la plantilla. No si va a jugar, que por supuesto no se lo podías exigir, sino si va a quedarse en la plantilla". García Cuervo dijo: «Sí, sí, no te preocupes, que en la plantilla se va a quedar».
García Cuervo: "Es mi padre futbolístico; el que apostó por mí con diecinueve años y decidió poner a un chico de diecinueve años, delgado, rizoso, con un cuerpo de escombro total, y quitar a un internacional irlandés: Kevin Moran. Me veía mucho potencial. Me acuerdo de una vez, en el Sporting Atlético, que me dijo: «Tú vas a llegar a la Selección. Vas a jugar en el Sporting y vas a ser internacional con la Selección». Yo me partía de risa, pero él lo veía clarísimo".
Ciriaco Cano: "Con Ciri jugábamos un 3-4-3, que nadie se acuerda. Jugábamos Luis Sierra, Tati y yo de centrales; había dos carrileros muy adelantados, que eran Arturo y Juan Carlos, un chico que vino del Zaragoza; había dos pivotes, que solían ser Joaquín y Óscar o Joaquín y Iordanov, y tres puntas arriba, que eran Luis Enrique, Luhový y Manjarín (...) Era un sistema nuevo, que yo nunca había visto; una cosa moderna, y salió muy bien".
Bert Jacobs: "Llega con la idea de incorporar un central a medio campo cuando tienes el balón, y de hecho la intenta conmigo, aunque después la cambia, porque ve que no se adapta bien a nuestro fútbol. Jugaba con un 4-4-2, 4-2-3-1, pero muy ofensivo, con extremos muy ofensivos tipo Holanda, pegados a la cal. Nos costó al principio cogerle el punto al sistema, pero después, muy, muy bien".
Mariano García Remón: "Un entrenador también con las ideas muy claras, que venía del Madrid, de jugar en el Real Madrid. Manejaba los dos conceptos: el ofensivo y el defensivo. Teníamos buenos jugadores ofensivos: Juanele, Mario Stanić… Marcel Sabou jugaba por la izquierda; sube un chico del filial, Dani Díaz, con Míner en el medio campo… Suben varios jugadores del B, como Castaño (...) Un año fantástico, la verdad, ya te digo que, en la primera vuelta, peleamos incluso por el liderato".
El oro de Barcelona con varios goles suyos: "En la semifinal también meto; tengo esa suerte. La verdad es que fue un campeonato en el que llegamos a la final sin encajar un gol, y la final es el peor partido que jugamos con diferencia (...) Ellos se adelantan, yo empato el uno-uno, mete Kiko, nos vuelven a empatar y en el descuento, en un córner que te descojonas, porque lo saca Chapi Ferrer, que debió de ser el único córner que sacó en su vida, subimos todos, le pega Luis Enrique, le queda el balón a Kiko y la mete".
La llamada de Cruyff: "No me lo creía. Era como un sueño. Que un entrenador como Johan Cruyff, un ídolo que había sido el mejor jugador del mundo en su época, hablase conmigo y me quisiera fichar fue una alegría enorme. Yo, después del Sporting, era del Barça".
Era un crack. Los rondos eran un espectáculo. En los juegos de posición, se ponía él a un lado y Charly Rexach al otro y la calidad técnica era increíble. Algún partido se metía a jugar, y con 48 años todavía tenía el mismo cambio de ritmo que con veintipico.Un entrenador espectacular. Era un espectáculo cómo se dirigía a ti; una persona que imponía mucho respeto. Sabía mucho de fútbol. A mí, ese 3-4-3 superofensivo me costó mucho al principio".
Clemente en la selección: "Generaba muy buen rollo. Se llevaba muy mal con los periodistas, pero con los jugadores se llevaba muy bien. Yo, después, fui segundo suyo aquí, en el Sporting, y me llevé muy bien con él. Un entrenador súper directo, muy cercano. La imagen que tenían los periodistas de él, con los jugadores era todo lo contrario. Yo lo asemejo ahora a Luis Enrique, que escuchas a sus jugadores y hablan muy bien de él. Javi conmigo se portó espectacular".
Clemente y Juanele: "Simplemente, no creyó conveniente ponerlo, y no hubo nada más allá de eso. Todas esas habladurías fastidian, porque no son ciertas. Por lo menos, en ese Mundial no fueron ciertas".
Robson y su suplencia: "Iba convocado siempre, pero no me vestía casi nunca. A lo mejor pasaba seis o siete viajes seguidos sin vestirme (...) En un momento dado, hablo con Mourinho, que era el segundo, porque el míster español no hablaba ni papa, y cuando hablaba él, Mourinho traducía. Le pregunto a Mourinho: «¿Puedo hablar con el míster?». Vamos a hablar con él y le digo: «Míster, yo le agradezco mucho que me lleve convocado, pero me deja siempre sin vestir. ¿Hay alguna razón especial?». Me dijo: «Estate tranquilo. Vas a jugar. Pero te traigo siempre porque haces muy buen ambiente; generas muy buen rollo entre los compañeros». Me desmanteló (...) Después, se lesionó Laurent Blanc, me empezó a poner a mí y ya jugué toda la segunda vuelta. Lo juego todo: la final de la Copa del Rey, la de la Recopa…".
Van Gaal: "El primer día, en pretemporada, me dice que no cuenta conmigo ¡Primer día de pretemporada! Yo acababa de renovar tres años con el Barça, y le dije: «Míster, yo no me voy a marchar. Le voy a poner las cosas muy difíciles, pero no se preocupe, que no voy a causar ningún problema: voy a entrenar duro, y estese tranquilo, que lo convenceré». Al final, en tres años de Van Gaal fui el defensa que más minutos jugó".
Ronaldo: "Es lo mejor que he visto con diferencia en un campo de fútbol. Aquel fue el mejor año de su carrera. Con 20 años, metió 46 goles, treinta y cuatro en Liga (...) Ese año mete unos goles de Oliver y Benji; goles en los que se va de todos. Era espectacular verlo; y entrenar con él, increíble".
La llamada para hablar del posible cese de Van Gaal: "Me llaman por teléfono a casa y me despiertan: «Soy el asesor de Núñez». Yo pensé que era una broma: «Bueno, vale, hala». Y cuelgo. Me vuelve a llamar: «Mira, que es verdad, que el presidente quiere reunirse contigo». Me viene a recoger un chófer y vamos a un hotel que tenía Núñez y Navarro en Comte d’Urgell. Y allí me encuentro a Figo, Rivaldo, Luis Enrique y Guardiola".
La marcha de Figo: "A nivel económico quiso ganar más dinero y punto. Lo entiendes. Pero yo no me lo esperaba. Yo, además, era de los jugadores que más amistad tenía con él en el vestuario. De hecho, hablé varias veces con él para que no se fuera, pero no lo logré convencer. Ni yo, ni nadie. Fue un palo. Es que era muy bueno. Como líder y como jugador. No metía tantos goles, pero era un jugador desequilibrante y un gran profesional. En el Madrid no rindió como en el Barça. Ganó la Champions, es verdad, pero no rindió al mismo nivel. Creo que se marchó hasta fastidiado".
Su retirada: "Yo, en el año que paso en el Alavés, me pincho casi todos los partidos. Horrible. Auténticas salvajadas. Ahora no lo haría. Y aun así, me molestaba. Por eso el último año en el Alavés no sigo. No disfrutaba. Para mí, entrenar era un premio, y me encantaba, pero en Vitoria lo pasaba mal. Me dolían los saltos, los giros, estaba medio cojo…".
¿Ganas de entrenar?: "La verdad es que no. No me apetece nada. Ya el año pasado cogí el Sporting por la situación especial que había. Yo estaba ya muy a gusto en la tele. Me gusta la televisión y aquello fue una cosa puntual por la situación que atravesaba el Sporting. Irme otra vez a entrenar fuera, no sé: tendría que ser una cosa que fuese muy buena, y no es el caso. Acabo de ser cesado de un equipo de Segunda División, y es difícil encontrar algo".