La expulsión no empaña un debut ilusionante

Apenas 49 minutos fueron suficientes para que Santiago Colombatto dejara sobre el verde del Ciudad de Valencia su carta de presentación. Y si no tuvo tiempo para más fue por culpa de una inexplicable expulsión que privó al Real Oviedo de apoyarse en sus botas, de las mismas de las que nació el gol de los azules.

No se cortó Álvaro Cervera en elogiarle un día antes - y no destaca precisamente el guineano por regalar halagos -, ni tampoco se rasgó las vestiduras para colocarlo en el once inicial en su primera convocatoria. En parte por la necesidad de no contar con Camarasa o Seoane, y en parte por ver cuanto antes a un futbolista que va a dar que hablar. Porque el argentino, desde ayer, ya se alistó a las tropas del almirante.

Desde el inicio, Colombatto supo llevar el peso del partido desde la sala de máquinas, tanto con como sin pelota. El mediocentro de Ucacha ejerció de bastión en la medular para que los suyos ganasen en profundidad, una virtud que hasta ahora brillaba por su ausencia. Sus números hablan por sí solos: 93% de precisión en el pase corto (14/15), pleno de acierto en pases largos (2/2), 50% de duelos terrestres ganados (4/8) y seis recuperaciones. Y entre medias un gol que parte de un envío suyo al área que pescó Dani Calvo para servir en bandeja a Bastón.

Más allá de las estadísticas, que seguro le han sacado una sonrisa a Cervera, su actitud dentro del campo también dejó un buen regusto. Colombatto peleó de manera intensa todos los balones que pasaban por su área de influencia y supo ejercer de director de orquesta con la mira hacia la otra portería cuando había que hacerlo. De hecho, tras su expulsión, al Oviedo le costó reaccionar. No solo por el hecho de quedarse con uno menos, sino porque ese futbolista era el faro de los azules.

Ahora el club quiere pelear para que Colombatto no se pierda ni el siguiente encuentro, que curiosamente es ante el Sporting de Gijón. El Real Oviedo entiende que la primera amarilla es injusta y por ello reclamará su retirada. El acta reflejó lo siguiente: "Colombatto fue amonestado por realizar una zancadilla a un adversario en la disputa del balón evitando un ataque prometedor". Curiosamente, el jugador granota que protagoniza la acción ni cae al suelo. Veremos si finalmente se la retiran. El oviedismo se quedó con ganas de más.