La gestión emocional, la deuda del Sporting

Saber manejar los momentos de euforia y de fatalismo son claves para la gestión de un grupo. Los grandes equipos son aquellos que consiguen levantarse rápido de un golpe o no dejarse llevar por un triunfo concreto. Eso debe aplicar el Sporting de Gijón tras lo conseguido en El Molinón hace una semana. La fiesta en la que finalizó el derbi asturiano dejó un regusto inmejorable en el vestuario rojiblanco tras un partido de los que cargan el apartado emocional. Eso es lo que toca exprimir en El Sardinero. 

Es una realidad que al conjunto gijonés se le atragantaban los derbis asturianos. Desde el reencuentro de Oviedo y Sporting, solo habían caído dos victorias del lado rojiblanco. Precisamente, José Alberto fue el primero en conseguir el triunfo regional desde que ambos volvieron a coincidir en Segunda división. Una victoria muy celebrada pero que no se tradujo en otro triunfo seguido. Tras ganar el derbi, el Sporting de José Alberto empató en La Rosaleda ante el Málaga. 

Una situación que se vivió también el curso pasado. El Sporting de Miguel Ángel Ramírez vencía en el derbi asturiano con un gol de Nacho Méndez que revitalizó las emociones en El Molinón. Una euforia que no se trasladó en una victoria la semana siguiente. El Valladolid visitó Gijón y se fue con un punto tras un peleado empate. En la siguiente cita, el Sporting caía derrotado en Burgos. La siguiente victoria sería, cosas del destino, ante el Albacete de Rubén Albés. 

A la tercera buscará la vencida Rubén Albés. Un técnico que incide mucho en la gestión del grupo. Lo hace a su modo. "Es un personaje", explicaba Guille Rosas en una entrevista concedida a Deportes COPE Asturias. Cuestionado por su forma de llevar el control del vestuario, el gallego argumentaba este viernes. "Igual me iría de cañas cuando lo deje porque hay alguno muy divertido. Hay que dar mensajes con cariño, pero con la realidad por delante. En el largo plazo nos da credibilidad. Como personas y como entrenador", relataba el entrenador. 

Concentración en Santander
La euforia que es muy complicada de gestionar es la de la Mareona. A pesar de las trabas, la afición rojiblanca estará en masa en El Sardinero y se dejará notar desde primera hora del sábado en el centro de Santander. Hay prevista una quedada del sportinguismo en la céntrica plaza de Cañadío a partir de las 13:00 horas. Un encuentro amenizado por los diferentes locales de hostelería, donde no faltará la música y el ambiente rojiblanco. Desde ahí, la afición del Sporting se desplazará hasta El Sardinero para animar a los de Rubén Albés en su búsqueda de los tres puntos. También se realizarán diferentes eventos a lo largo del sábado, con presencia de los equipos Genuine y los clubes de negocio de ambos equipos en diferentes actividades.