La llegada de Luis Carrión y un cambio de discurso radical

Se suele decir que cada maestro tiene su librillo, pero no es habitual sufrir un cambio tan drástico a mitad de temporada. Tras varias temporadas con entrenadores de un corte más defensivo –sobre todo con Álvaro Cervera, uno de los máximos exponentes en España–, el Real Oviedo ha dado un giro drástico con la incorporación de Luis Carrión, con pasado en la cantera del Barcelona y firme defensor del juego asociativo. 

Con Cervera, los futbolistas tenían clara la idea. El orden atrás era fundamental y, a partir de esa premisa, llegaría el resto. El equipo del técnico ecuatoguineano nunca se caracterizó por tener muchas ocasiones ni por anotar muchos goles, pero sí por encajar pocos. Y durante todo el año, Cervera transmitía el mismo mensaje. “El equipo nunca me ha parecido brillante con el balón, pero es que yo tampoco lo propongo. No somos capaces de dar diez o quince pases seguidos. Si tuviésemos la ligereza de hacerlo no pasaría nada. No tenemos el tipo de jugadores ni de entrenador para hacer eso. No somos un equipo de fluidez con la pelota", aseguraba en cada comparecencia. 

Y del “no somos un equipo virtuoso con el balón” se pasó a la idea opuesta de Luis Carrión, que lo utiliza como arma para hacer daño a sus rivales. “Quiero que el equipo vaya al ataque, salga a ganar y la gente se divierta. Este Oviedo puede ganar a cualquiera”, aseguró el día de su presentación. Y con tan solo dos sesiones de preparación, el Oviedo ya tuvo otro aire ante el Real Valladolid, a pesar de la derrota final por una genialidad de Marcos André. 

El conjunto azul realizó el segundo encuentro con más pases completados en lo que va de temporada (381) y le buscó las cosquillas a los pucelanos, sobre todo en la primera mitad. Y en esa línea quiere seguir el técnico, que ha tenido una semana completa para seguir implantando su idea. “Entiendo que, por el tipo de jugadores que tenemos, podemos hacer mucho más daño por dentro del que hacíamos”, aseguró ayer. 

Y los que más han notado ese cambio de idea son los propios futbolistas, aunque al menos de puertas hacia afuera lo han acogido con gusto. “El equipo lo ha tomado bien. Lógicamente cuando ganas el mensaje siempre llega más, cuando no ocurre eso, tu mensaje cuesta que llegue. Es así, he sido futbolista y eso pasa. Creo que la gente está bastante convencida y se sienten bien, así los veo de cara al domingo”, afirmó Carrión. 

Y precisamente eso es lo que buscará el Oviedo mañana (14:00h) ante el Eldense, uno de los mejores locales del fútbol español en las últimas campañas. El equipo alicantino lleva sin perder en liga desde hace 17 meses y quiere seguir imbatido también en Segunda División ante un Oviedo que se empieza a quedar solo en la categoría de plata: es el equipo menos goleador y el único que no ha saboreado los tres puntos. Sin embargo, las rachas están para romperlas, o eso dicen.