La nueva vida de Menéndez Vallina
Al presidente del Real Oviedo le ha cambiado su forma de ver y hacer las cosas tras el ictus que sufrió en abril de 2020
Jorge Menéndez Vallina ha concedido una interesante entrevista a La Nueva España. El presidente del Real Oviedo ofrece un relato sincero y muy humano acerca de su proceso de recuperación después del problema de salud que afrontó hace ya más un año y medio.
"Me cambió todo", asegura Menéndez Vallina para después profundizar con detalles cómo es su día a día. "Pasas de tener total autonomía a tener miedo a quedarte solo o a entrar en la ducha". Un momento tan cotidiano que se ha vuelto diferente tras su ictus. "Me ducho con chanclas en mi propia casa para no resbalar. Son cosas que antes ni pensaba", explica. Lo hace de esta forma porque ha perdido "mucha sensibilidad en la parte izquierda". Lejos de la autocompasión, mucho más cerca de la adaptación, Vallina agradece en repetidas ocasiones el trato que recibió durante su ingreso hospitalario durante más de tres meses. "Hay una gran unidad de ictus en el HUCA. Me ha tratado gente fenomenal y muy humana y se lo quiero agradecer a todos"
El presidente también relató cómo fue el día en el que sufrió el accidente cerebrovascular. Y se acuerda de todo. "Estaba haciendo bicicleta en casa, con la tensión un poco alta, que es un mal silencioso. Entré en la ducha, pero no tenía sensibilidad en la mano y se me cayó la alcachofa. Luego me iba de lado a lado. No era un mareo al uso, me fallaba la pierna. No llegué a caer, pero me senté en la taza del váter y mi mujer oyó un golpe".
Mirando siempre hacia adelante, esa es la impresión que se extrae de la conversación. El presidente del conjunto ovetense recuerda la relación que tuvo con su compañero de habituación, Julián Bayón, quien era seguidor sportinguista. "Era un personaje, un tipo simpático. Viví un derbi en el hospital con él, el del gol de Borja (Sánchez). Una celadora nos puso un banderín del Oviedo y otro del Sporting". También había sido especialmente cariñosa la carta de despedida que Vallina escribió a su amigo Julián, quien no pudo superar su enfermedad.
Del mismo modo, agradecido por la multitud de apoyos que ha recibido en estos último año y medio, Menéndez Vallina habla sobre Arturo Elías. "Me decía que no me preocupase, que estuviese tranquilo, que él mismo conocía a un 'wey' que se había quedado bien (...) Esas conversaciones me tranquilizaban y no tengo palabras. Es un líder, Arturo es un líder. De los que empuja. Tenemos suerte".