La odisea de Víctor Campuzano

Cuando saltó al campo en La Romareda, sentía que la pesadilla se había quedado atrás. Una nueva lesión que se terminaba y la oportunidad, al fin, de poder justificar la apuesta realizada por el Sporting en contratar a Víctor Campuzano

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La odisea de Víctor Campuzano
Vie, 12/11/2021 - 17:23

Unos buenos minutos en la derrota ante el Real Zaragoza podían intuirse como el preludio del regreso del catalán, dispuesto a aportar a la causa de su valedor Gallego. Menos de 24 horas después, la desgracia volvía a sacudir a Campuzano. El cuento de nunca acabar.

Durante el entrenamiento del lunes, regenerativo de la derrota ante el Real Zaragoza, los jugadores con menos minutos en tierras mañas realizaban ejercicios con el balón. En uno de ellos, el catalán alcanzó el esférico. Un resbalón inoportuno, una mala caída sobre el tobillo izquierdo y la sensación de volver a la casilla de salida. Con las manos en el rostro, Víctor Campuzano no podía creer su destino. Lloraba el catalán mientras salía en camilla, consciente de que su etapa en Gijón no lleva el rumbo que podía haber dibujado en su cabeza en el momento de su fichaje.

El mal fue menor de lo esperado. La preocupación de los primeros instantes se quedó en un fuerte esguince en su tobillo.Una piedra más en la mochila de 'Campu'. Tras llegar a Gijón en el mercado invernal del año pasado, su trayectoria en el Sporting ha transcurrido entre lesiones y dudas en torno a su rendimiento. Gallego no afloja en su apuesta por un jugador en el que confía, aunque las lesiones no le están permitiendo dar luz verde a un futbolista al que conoce bien de su etapa en el Espanyol.

Con futuro como rojiblanco hasta 2025, Víctor Campuzano ya trabaja en volver más fuerte. Tras un inicio convulso en Gijón, en el que las lesiones no le han permitido aportar tanto como querría, esta temporada se presentaba como una oportunidad para él. Con Djuka como única referencia fija en el ataque del Sporting, Campuzano estaba, y lo está, llamado a ser el recambio para las ausencias del montenegrino. Precisamente ahora, con Djuka vistiendo su camiseta nacional, la puerta se le abría de par en par al catalán. Una oportunidad, y ya son varias, que tendrá que volver a esperar.