La voluntad de Campuzano para triunfar: Desde forzar para jugar a un estudio privado

El delantero catalán ha puesto todo su empeño en encontrar la continuidad que aún no ha tenido en Gijón

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Campuzano
Campuzano, en Mareo.
Mié, 11/10/2023 - 17:00

No es una cuestión de ganas. Eso sólo hay que verlo en la actitud de Víctor Campuzano y en todos los medios a los que ha recurrido para volver a ser ese futbolista que tan buenas maneras apuntaba. Desde su llegada a Gijón, en febrero de 2021, el delantero rojiblanco ha convivido con un sinfín de lesiones musculares. También con la sensación de no tener el respaldo del club. Este mismo verano, en el que el Sporting de Gijón trató de impulsar su salida, no tuvo ni un solo minuto durante los partidos de pretemporada. Al respecto, lejos de reprochar la actitud de los gestores para incentivar su marcha, se limitó a decir que “del fútbol no me sorprende nada”.

Elogiado por su entrenador, quien empezó a contar con él cuando finalizó el marcado, Campuzano está en disposición de darle una vuelta de 180 grados a su situación. Antes, y con especial vigilancia a todos los detalles para evitar las lesiones, reconoce que debe sumar más ratos en el terreno de juego. “Sinceramente, esta semana ha sido devastadora. Venía de no tener minutos de competición y es que llevaba cinco meses sin jugar más de 45 minutos. Esta semana para mí ha sido de mucha carga”, apuntó. Con sinceridad, asumiendo las consecuencias de la pretemporada, admitió que “ahora mismo no puedo aguantar los 90 minutos”.

La clave es la continuidad. “Por un motivo u otro aquí no la he podido tener. Si la tengo sé que puedo ayudar mucho para que el club esté arriba”, comentó. En ese sentido, sin duda, las lesiones han sido el principal motivo por el que Campuzano aún no ha podido demostrar todas sus virtudes como rojiblanco. A veces porque “se me ha pedido forzar sin estar bien” o por “terminar forzando cuando no estaba del todo recuperado”. Es decir, unas veces jugó sin deber hacerlo por petición de terceros o, en otros momentos, fue él mismo quien quiso reaparecer antes de tiempo.

En cualquier caso, las lesiones siempre figuran como el denominador común. Para evitarlas se lo ha tomado muy en serio. Tanto que la pasada temporada encargó un estudio privado para ver qué alimentos le sentaban mal. Sentía que algo estaba fallando en su sistema digestivo, que de ahí podían venir sus problemas musculares. 

“Tengo buena genética, lo que pasa que me cuesta recuperar entre grandes esfuerzos. Hemos visto los alimentos que mejor me van, hemos quitado los alimentos que me inflaman”, explicó. Una dieta que, conocidos los resultados del estudio mencionado, fue planificada por Kevin Ardoz, quien tras unos meses en Mareo ahora trabaja para el Leganés. “Me he hecho un estudio de la comida que me va bien, la que me va mal, y eso ha corrido de mi parte”, confesó. Una alimentación a la que esta temporada ha dado continuidad bajo la supervisión de Silvia Fernández, nutricionista del club.