Las claves del prometedor inicio del Sporting
La buena marcha del equipo y lo bien que la plantilla ha interiorizado las directrices tácticas elevan el optimismo
Poco a poco las aspiraciones o al menos las ilusiones comienzan a ser mayores. El Sporting de Gijón lleva cuatro partidos, sigue invicto y su entrenador ve una clara línea ascendente. Ocho puntos de 12 posibles es el balance actual, el mismo que en la temporada 2014-15.
Le preguntaron a Abelardo al término del partido en El Toralín por los paralelismos de esta campaña con la del ascenso en 2015. Una comparación de la que huye el entrenador asturiano. Le fue muy bien con sus discurso el año del ascenso y para el momento presente quiere transmitir una lectura parecida.
En cualquier caso, a Abelardo se le nota muy satisfecho y con confianza. Quizá pecó de excesiva prudencia cuando justo antes del primer partido comentó que no veía equipo para lograr el ascenso, pero semanas después el terreno de juego ha cambiado sus expectativas. El regreso a la máxima categoría no es una exigencia y tampoco es una locura pensar en ello.
Son varias las claves que sirven como argumento para pensar en objetivos ambiciosos. Para empezar, la línea defensiva está a un gran nivel. Diego Mariño vuelve a dar puntos, Guille Rosas por fin tiene continuidad, los centrales están muy sólidos y Cote es un jugador de otra categoría que por su sentimiento ha renunciado a la élite. Más adelante, el centro del campo está acercándose a un nivel sobresaliente. José Gragera está justificando por qué la gente del fútbol habla tan bien de él. Zarfino es ese jugador que todos los entrenadores quieren en su equipo y la competitividad en la medular despertó ayer el mejor rendimiento de Pedro Díaz.
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— Real Sporting (@RealSporting) September 4, 2022
También es muy destacable la apuesta que Abelardo está haciendo con Queipo. El canterano tiene cosas de puro talento, es un jugador distinto al resto y no se borra de las tareas defensivas. En esa labor también está subiendo su compromiso Juan Otero, quien con su juego imprime esa verticalidad tan característica de los equipos que funcionan del Pitu. Por último, en la misma línea positiva, las prestaciones de Djuka, así como la respuesta de la afición son siempre fuentes de garantías.
En otro orden de cosas, el fondo de armario apunta credibilidad. Seguro, el banquillo será fundamental para que el equipo pueda mantenerse en la zona alta. Llegarán las lesiones, las ausencias y en ese momento tendrá que responder. Ahora vienen tres partidos complicados para cerrar septiembre y el calendario de octubre elevará aún más la dificultad. De momento, eso sí, el Sporting de Orlegi Sports ha nacido con buen pie.