Ni el mayor madrugón de la temporada puede con Tomás García

6:00 de la mañana. Cuando muchos todavía se retorcían entre sábanas, el Sporting de Gijón ya estaba en marcha. Los rojiblancos empezaban el día antes de lo habitual para emprender el viaje que les llevaría hasta Cartagena. Con salida desde la Escuela de Fútbol de Mareo, la expedición asturiana ponía rumbo al Aeropuerto de Asturias para coger vuelo hacia Alicante. En la terminal, antes de que se pusiera el sol, ya esperaba Tomás García. 

Acompañado de Beni, su inseparable compañera, el castrillonense aguardaba como es habitual en él la llegada del autobús rojiblanco antes de entrar en las instalaciones del aeropuerto. Todavía era noche cerrada, pero los horarios no van con Tomás García. Sin importar la hora o la climatología, este seguidor rojiblanco no falla a su cita con la despedida del equipo. Una neumonía le derivó problemas de movilidad que le obligan a usar una silla de ruedas. Un impedimento que no es tal cuando la pasión por el Sporting te da fuerzas. 

📍 Ya en Cartagena.

👊 Entrenamiento a las 17:00 horas.#CartagenaRealSporting#LaLigaSmartBank pic.twitter.com/I6QD8CdTlz

— Real Sporting (@RealSporting) April 21, 2023

Siempre esperando a los jugadores en Ranón para darle los últimos ánimos antes de emprender vuelo. "Vamos, chicos", se le escuchaba decir esta mañana a los miembros de la expedición rojiblanca que siempre chocan manos con él antes de entrar en el aeropuerto. No solo los futbolistas. También lo hacen los miembros de la directiva.

En uno de los numerosos traslados de esta temporada, David Guerra aprovechó para obsequiar la fidelidad de Tomás y de su mujer Beni con dos camisetas serigrafiadas. Un regalo para dos seguidores rojiblancos que están en las buenas y en las malas para dar el último aliento al equipo. También en los regresos. Es habitual la escena de Tomás dando ánimos a los jugadores tras las derrotas y agradeciendo el esfuerzo tras los triunfos. Ejemplo de sportinguismo.