No será por tiempo y tampoco por incertidumbres
El conjunto gijonés tiene confirmadas sus necesidades desde octubre. También hace tiempo que tiene una idea muy aproximada del espacio salarial disponible
Luis Manso
El mercado de fichajes del Sporting de Gijón no despierta demasiada confianza. No lo hace como consecuencia de la gestión en la planificación de la plantilla actual y tampoco por la manera en la que Orlegi Sports se desenvuelve en los mercados. Los errores del último, varios de ellos evitables, pesan mucho más que los aciertos.
No suele ser un mal balance si la mitad de los refuerzos son habituales en las alineaciones titulares. En ese sentido el Sporting obtendría un aprobado raspado. Los dos centrales, salvo la excepción de Curbelo por Pablo Vázquez en Huesca, han sido siempre de la partida. Álex Corredera ha suplido con nota a Nacho Méndez y, poco a poco, Justin Smith se ha hecho un hueco en los planes iniciales del entrenador.
Sin embargo, esa creencia por la que a veces se puede juzgar la labor de la dirección deportiva no es apropiada para el caso sportinguista. No lo es fundamentalmente porque los fichajes se quedaron escasos y porque algunas de las altas tenían una probabilidad elevadísima de confirmarse en errores. La renovación de Yann Kembo es un ejemplo y la inesperada continuidad de Jordy Caicedo es otro.
A pesar de estas dos apuestas de máximo riesgo, también la de Amadou, Orlegi Sports creyó conveniente no fichar a un '9' y tampoco a un defensor zurdo. Si en este momento se produjera una lesión más en defensa el mínimo nivel competitivo exigible quedaría bajo sospecha. Afortunadamente, o no, la baja de Pablo García, que llevaba semanas forzando, comenzó tras el alta de Eric Curbelo. Con tres lesiones que coincidan en los mismos tiempos el quinto defensa sería Yann Kembo.
Al margen de la ya conocida irresponsable confección de la plantilla, Orlegi Sports tiene ahora la oportunidad de reducir la magnitud de sus errores. Ya hay puntos que no van a volver, pero por delante hay otros tantos que sí se pueden obtener.
Tras las primeras semanas de Borja Jiménez, obviando sus declaraciones políticamente correctas, el cuerpo técnico pudo hacerse a la idea de las prioridades que apreciaba de cara al periodo de invierno. A poder ser, un extremo, un delantero y un defensa zurdo. Tres futbolistas que con el espacio salarial liberado por Mamadou Loum no son un imposible. Ademas, si finalmente fuese esa la intención, la entidad asturiana tendría la opción de aumentar su remanente si es capaz de dar salidas. Otra fórmula podría ser la de emplear una pequeña parte del último crédito participativo de 11 millones. Eso sí, para ello la propiedad debería haber previsto la posibilidad de necesitar ese extra en el mercado de enero.
Así, el éxito del Sporting desde el 1 de enero dependerá en buena parte del desempeño de Orlegi. Su voluntad o inversión será clave, así como la preparación de su precario equipo de trabajo encargado de hacer fichajes. Ha habido tiempo de sobra para analizar jugadores y conocer sus situaciones. Tampoco existe la incertidumbre económica, con margen suficiente para realizar como mínimo dos incorporaciones.