La realidad que Orlegi Sports no quiso ver

El conjunto rojiblanco está pagando caro las lesiones y, sobre todo, la falta de equilibrio de su plantilla. Borja Jiménez tampoco está acertado

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David Guerra y Israel Villaseñor
David Guerra e Israel Villaseñor, en El Molinón.
Mar, 25/11/2025 - 08:09

Era más que una evidencia que el Sporting de Gijón aceptó asumir unos riesgos inimaginables para una entidad que decía aspirar a los puestos altos de la tabla. Para conseguir tal meta, una vez finalizado el mercado, debían darse un par de factores que no se están produciendo. 

No está sorteando las lesiones y tampoco está encontrando rendimientos por encima de lo esperado. Por eso el equipo rojiblanco está siendo tan irregular en la presente temporada. Cuando tiene todas sus piezas, o la inmensa mayoría, ha sumado muchos puntos o casi siempre se ha puesto por delante en el marcador. Por contra, cuando ha perdido jugadores por sanción o, sobre todo, por lesión rara vez ha sido capaz de obtener un resultado positivo. 

El problema es más que manifiesto. El Sporting no tiene sustitutos que puedan acercarse al nivel de César Gelabert, Jonathan Dubasin, Juan Otero, Gaspar Campos, Guille Rosas o Rubén Yáñez. Tanto es el déficit que en muchas ocasiones el entrenador ha optado por tratar de adaptar a un jugador de su confianza a una posición poco o nada habitual para él. Un caso reciente es el de Justin Smith como falso interior diestro en Huesca. Incluso, al canadiense ya se le ha visto este curso de segundo delantero. 

Otra de las soluciones improvisadas que prueba la escasa profundidad real de la plantilla se vio ante la Unión Deportiva Las Palmas. En dicha cita no estuvieron, por lesión o sanción, Corredera, Dubasin, Gaspar y Otero. Pese a ello, el entrenador abulense no le dio la titularidad a Cortés y ni mucho menos a Queipo. Su apuesta fue la de un equipo ultradefensivo, con una línea defensiva que por momentos era de seis hombres. Pocas veces se vio algo similar en El Molinón. Eso sí, no le quedó otra que contar con Amadou en la formación inicial. 

Precisamente el volumen de participación del senegalés es otra muestra más de la temeraria confección de la plantilla. Ya suma 350 minutos en Liga y se está confirmando como el segundo '9' de la plantilla. Lo de terminar el mercado con Otero, Caicedo y Amadou como delanteros fue un ejercicio de irresponsabilidad o de optimismo desbordado. 

Por insensatez, falta de recursos o escaso conocimiento del mercado, hay más líneas impropias para un equipo que quiere estar en los puestos altos. Sin Dani Queipo, por su bajo rendimiento y mala gestión de sus entrenadores, y tampoco sin Cortés, que fue un ofrecimiento ante la falta de iniciativas, el entrenador solo cuenta con dos extremos. Ademas, la defensa es muy susceptible de mejora como mínimo en el lateral izquierdo titular. 

Lo que viene
Así, la realidad ha vuelto a proyectar la sensación que resume la gestión de Orlegi Sports. La empresa mexicana se supera año tras año en generar más recursos económicos que, sin embargo, no traduce en lo deportivo. La plantilla no tiene el nivel exigible para las aspiraciones marcadas y tampoco la secretaría técnica cuenta con los recursos mínimos para garantizar mayor competitividad. Dicho departamento cuenta con escaso personal y su método de trabajo no parece el adecuado.