A las recuperaciones de enero
El conjunto rojiblanco ha garantizado que tendrá espacio salarial y margen económico para potenciar su plantilla en enero
Luis Manso.
Nadie le puede discutir al Grupo Orlegi que desde su llegada al Sporting de Gijón ha hecho la mayor de las inversiones en el pasado mercado de fichajes. Nunca antes había pagado unos 3,5 millones de euros en fichajes. Tampoco es discutible que las compras de Gelabert y Dubasin han dificultado el equilibrio. Pese a ello, el exceso de confianza tras las tres primeras jornadas con victoria y la falta de acierto en algunos casos claves han agravado los desajustes de la plantilla.
Relajado, sonriente y confiado se puede ver estos días a Pepe Riestra en Mareo. El director de Fútbol de Orlegi Sports es junto a Alejandro Irarragorri el mayor responsable de las plantillas de los equipos de la organización mexicana. Su trabajo como presidente de Atlas tuvo un gran momento de brillo con el bicampeonato, pero desde su promoción al nuevo cargo no ha tenido éxito alguno. Todo lo contrario. Tampoco hay certezas para saber si sus capacidades son adecuadas para esta labor o si la estructura y herramientas de las que dispone son adecuadas.
Ante las dudas son varios los motivos para sospechar que el Grupo Orlegi no ha invertido lo suficiente en lo que se refiere a la dirección deportiva. En lo que respecta al Sporting, su organigrama de trabajadores ligados a la búsqueda o control de jugadores es reducido, siendo esta deficiencia compensada con los trabajadores de servicios compartidos. De esta red forman parte Gerardo García y Fredi Lobeiras.
También la opinión del entrenador ha sido determinante en los últimos mercados. Los técnicos han ido ganado peso en la planificación y selección de fichajes. Aciertos como los de Dubasin y, si todo sigue igual, el de Corredera tuvieron la influencia de Rubén Albés y Asier Garitano, respectivamente.
Por contra, hay fichajes que requieren del criterio del departamento deportivo que en Gijón lidera Israel Villaseñor. En ese sentido, teniendo en cuenta solo lo más reciente, el mercado del pasado verano apunta a resultar decepcionante y, sobre todo, escaso. La ausencia de un '9' no tiene justificación alguno pese al escapismo de David Guerra y la diplomacia pública de Asier Garitano. La aportación de Óscar Cortes, que por las carencias era o es clave, está siendo nula. Además, con menos dudas se puede calificar ya de error la decisión de no haber contratado a un defensa zurdo en los últimos días de mercado.
Es por eso por lo que Pepe Riestra y su equipo de trabajo necesitan mejorar en el próximo mes de enero. No sería de recibo que, conociendo las necesidades, llegase algún jugador por ofrecimiento de un agente y ante la falta de iniciativas de la red de ojeadores. Eso fue lo que sucedió con Óscar Cortés tras la frustrada negociación por Lasha Odisharia. Si de Borja Jiménez depende serán varios los refuerzos en la próxima ventana. Los resultados hasta entonces, así como el éxito o fracaso del mercado de enero marcarán el objetivo de final de temporada.