Ramírez se abre: Del Pascanu 'prime' a ver de nuevo los partidos ante el Espanyol
El técnico canario compartió en un podcast con Hernán Santana su análisis más profundo de su paso por el Sporting: "Cuando acaba la liga me reuno con el Sporting y decido no continuar. Pero lo hago sin destino, luego me llama Qatar"
Quien Marca Gana
Entre Canarias y Gijón. El nuevo giro profesional de Hernán Santana ha permitido hacer disfrutar de buenas charlas de fútbol. El exjugador del Sporting de Gijón lidera y comanda un nuevo proyecto bajo el nombre de "Quien marca gana". Un espacio de podcast con el color de la Unión Deportiva Las Palmas de fondo, pero con oportunidad para escuchar a grandes protagonistas hablar sobre el mundo del fútbol. Con el último invitado no solo comparte su pasión por el amarillo de Las Palmas. En ambos picó el sportinguismo. Miguel Ángel Ramírez se destapó.
En una conversación de más de una hora de duración, el entrenador canario repasó junto a Hernán Santana toda su trayectoria deportiva. Por supuesto, una de las paradas en las que más se detuvo fue el Sporting de Gijón. En varios momentos. Lo hizo cuando resaltó una de las bases que debe construir a los entrenadores de hoy en día. "El fútbol actual necesita relaciones. Es lo que puede marcar la diferencia. En el año del Sporting había mucha táctica construida conjuntamente, pero sobre todo había relaciones de alta calidad entre jugadores y cuerpo técnico. Eso marcó la diferencia cuando llegaron los malos momentos. Ahí es cuando esa red que vas construyendo te sostiene", dijo Miguel Ángel Ramírez.
En otro aspecto sobre el que fue cuestionado por Santana, el Sporting también volvió a cobrar importancia. ¿Se tiene el once claro a inicios de semana?, fue la pregunta del centrocampista. "Cuanto más abierta quede la posibilidad, mejor señal", respondió Ramírez. Lo hizo con un ejemplo conocido por el sportinguismo. "Vuelvo al Sporting. Teníamos a Pascanu en su 'prime' y a Guille Rosas queriendo tener su puesto de vuelta. Estaban los dos en su mejor momento. Decides en función del plan del partido. Tenías a un central-lateral como Pascanu que podía hacer la salida de tres o tenías a un Guille que doblara a Hassan por fuera y por dentro. Dependiendo del rival, elegíamos. Pero tener a esos dos enchufados durante la semana era la mejor señal".
Fueron dos pinceladas antes de bucear al completo en su etapa en el Sporting de Gijón. "Era mi segunda vez que llegaba a un equipo en mitad de una temporada. Me hace gracia cuando dicen que Miguel no es bueno llegando a mitad de temporada. En Independiente del Valle fue así y salí campeón. Pero cualquier entrenador que hubiera ido al Sporting iba a tener las mismas dificultades. No es un club fácil y no era una situación fácil", comentó Ramírez. Además, había otros condicionantes que lo complicaron más. "No tenía mucha gana de entrenar a España. Los primeros meses fueron duros. Hay un rechazo a todo lo que no es conocido. Yo venía detrás de Abelardo, ídolo como jugador y entrenador. Y, de repente, llega un desconocido que no había sido ni jugador", añadió el técnico.

Pero le dio la vuelta a todo. Y disfrutó. "Con un mercado de por medio y una pretemporada, construímos algo más consistente. Ese año lo disfrutamos muchísimo. La pretemporada en México fue dura, pero supimos darle la vuelta. Hicimos vínculos ahí. Fue un equipo con el que me divertí muchísimo y se generó algo muy chulo en la ciudad. Fui inmensamente feliz con todos. Pero entendí que se había acabado una historia. Decido marcharme a Qatar porque había sido muy feliz y porque, no lo niego, a nivel económico no tenía comparación", dijo. Sobre ese final profundizaría más.
¿Qué faltó para que el Sporting no ascendiera ese año? Una pregunta que, a buen seguro, los sportinguistas se han hecho. Ramírez no es esquivo. "Pequeños detalles. He vuelto a ver los dos partidos contra el Espanyol. Tuvimos oportunidades muy claras en casa para irnos con ventaja. Ese Espanyol se termina salvando en Primera el año siguiente sin muchos cambios. Fueron detalles. He vuelto a ver el partido sin emoción encima y fueron detalles. Hicimos dos buenos partidos", rememoró.
Todo antes de su salida con destino a Qatar. Dos decisiones que no fueron ligadas. "Qatar venía llamándome desde el Mundial. La liga quería traer entrenadores de otro tipo, querían talento joven. Yo tenía ese run-run. Cuando acaba la liga, me reuno con el Sporting y decido no continuar. Lo hago sin destino. No tenía en mente donde ir. Ahí decido no continuar y luego me llama Qatar", añadió.
Su última referencia al Sporting fue para hablar de la Escuela de Fútbol de Mareo. Sobre el trato que le da a la cantera en sus equipos, Miguel Ángel Ramírez volvió a su lugar. "El Sporting es el escenario ideal. La categoría del filial no ayuda porque dista mucho del primer equipo. Pero tiene el contexto de captación, desarrollo y promoción de talento que a mí me gustó siempre. Yo tenía un conocimiento profundo de filial, juvenil o cadetes para tener clara la línea de sucesión. Y también para ayudar a los chicos", expresó. Una charla muy futbolera sobre la trayectoria de Miguel Ángel Ramírez y, como no, el Sporting fue protagonista.