Romario Ibarra, lo que pudo haber sido y no fue

16 de junio de 2023. Ese día, el Real Oviedo hacía oficial el fichaje de Romario Ibarra. El extremo, cedido por Pachuca, levantó una gran expectación en la capital del Principado, después de haber disputado el Mundial de Qatar un año antes con la Selección de Ecuador. Su llegada tenía como objetivo reforzar los costados, que habían quedado huérfanos tras el fin de las cesiones de Raúl Moro, Leo Sequeira y Marcelo Flores, así como la salida del club de Borja Sánchez. Solo Viti Rozada y Sebas Moyano completaban la lista.

Quienes habían visto jugar a Romario Ibarra aseguraban que se trataba de un extremo rápido y con desborde, precisamente, las cualidades demandadas por Álvaro Cervera. Unas aptitudes que él mismo trató de subrayar hace apenas unos días. Además de eso, sus números más recientes con Pachuca hasta su llegada le avalaban: el atacante venía de disputar 18 partidos y anotar cinco goles en el último campeonato. Su etiqueta internacional con el combinado tricolor también ilusionaba a la afición del Real Oviedo.

Ibarra comenzó entrando en los planes de Cervera, después de completar junto al resto del equipo la pretemporada. En el primer encuentro ante el Tenerife disputó el tramo final del partido. Luego, en la segunda jornada ante el Racing de Ferrol, partió como titular. Sin embargo, en los dos siguientes encuentros ya no tuvo minutos.

Ibarra reapareció en el derbi ante el Sporting de Gijón para jugar los instantes finales, y ya luego sufrió su primera lesión. El futbolista tuvo una rotura de fibras en el aductor derecho, que le mantuvo apartado del grupo durante tres jornadas. Luego volvió junto al equipo ante el Huesca en la novena cita del campeonato, ya con Luis Carrión en el banquillo, pero no consiguió la continuidad deseada. Ibarra disputó los tramos finales de los tres siguientes encuentros antes de que una lesión en el sóleo terminara de sepultar su paso por el Real Oviedo. Así todo, el internacional por Ecuador todavía tuvo un último baile el 26 de noviembre, cuando participó en los minutos finales del duelo ante el Mirandés. Sin saberlo, ahí terminaría su concurso con la zamarra azul.

"Venía de campañas muy buenas con Pachuca, con mucha regularidad y ser parte fundamental del título en México. Y eso me hizo jugar con la Selección de Ecuador. Las lesiones no me han dejado coger ritmo. Espero tener continuidad y mostrar el nivel que llevó a la dirección a contar conmigo en este proyecto tan importante", comentó en su última intervención pública, hace dos semanas. Ahora, sus esperanzas se han esfumado.

La primera experiencia de Romario Ibarra en el fútbol europeo no salió tal y como había imaginado. Y eso que ganas no le faltaban para revertir su rol en el Real Oviedo. 179 días después de aquel anuncio, el internacional ecuatoriano dice adiós y ahora su futuro está en el aire. La vinculación del extremo ecuatoriano con el Grupo Pachuca se extiende hasta junio de 2025.