Un final más que feliz en Mareo y una dedicatoria más que especial al cielo
El Sporting Femenino logró la permanencia en Segunda RFEF tras una gran victoria ante el Osasuna y salva una temporada que se complicó más de la cuenta
Real Sporting
Fue una de las patas importantes sobre las que asentó su proyecto el Grupo Orlegi. Desde el primer momento, la corporación mexicana dotó de una fuerte importancia al apartado femenino. Por ello, la tarde del sábado en Mareo no era una más. El Sporting Femenino se jugaba a 90 minutos su permanencia en Segunda RFEF, la tercera división del fútbol nacional. Las cuentas salían claras. Todo lo que no fuera caer ante el Osasuna B significaría una salvación más que sufrida. Y el equipo rojiblanco despachó la faena con nota.
La victoria en los despachos otorgada hace más de un mes dejaba la permanencia en manos del equipo de Sergio Pérez. Por debajo de su rival en la clasificación, aunque con la ventaja de haber vencido en el partido de ida por 1-3. Con sumar era suficiente. Apoyadas por un gran ambiente en Mareo, el Sporting Femenino salió fuerte al envite y gozó de las mejores ocasiones de la primera parte. Yaiza fue la que más cerca estuvo de inaugurar el marcador, aunque la gloria sería para Sara Barreda. Aprovechó la rojiblanca un barullo tras un saque de esquina para firmar el primero y mandar el partido encaminado a vestuarios.
La presión apretó al equipo rojillo, conocedor de que no tenía más que perder. Una valentía que aprovechó el Sporting Femenino para encarrilar la permanencia. Granda, siempre quebradero de cabeza para las defensas rivales, se coló hasta la portería y fue derribada antes de marcar el segundo. No hubo gol, sí penalti. Definió Dani Valbuena con la clase que le caracteriza. Aunque Osasuna le puso cierto picante con el tanto de Gisela, sería Granda la encargada de firmar el tercero y con él la permanencia en Segunda RFEF. Una tarde con celebración especial. Aunque las miradas apuntaban atrás.
La portería del Sporting Femenino se había dividido durante toda la temporada entre Cris Carbajal y Adriana Sirgo. La segunda fue la encargada de ponerse bajo los palos de Mareo en la gran final y de secar a Osasuna con grandes intervenciones. Quizá, la papeleta más complicada de su trayectoria deportiva. Hace días, Adri despedía a su padre. No quiso perderse, pese a ello, la final en Mareo. Se había ganado estar. Fue clave en la victoria de las rojiblancas y sus compañeras quisieron agradecérselo al finalizar el curso. Fue manteada por sus compañeras ante la ovación de la buena representación de público que se dio cita en Mareo en la tarde de sábado.
Una felicidad en Mareo que sirvió para cerrar una temporada complicada en el Sporting Femenino. De arreones y frenazos. Por momentos, todo parecía enfocado a un descenso. Por otros, la zona media se antojaba algo corto. Por ambos momentos pasó el equipo de Sergio Pérez que también tuvo que lidiar con contratiempos. El más duro, la lesión de Antia Mayo. La gallega, corazón y calidad de este equipo, saltó al césped desde la grada cuando el final de la temporada se hizo real para festejar con sus compañeras una permanencia tan sufrida como celebrada.
La alegría en Mareo no se pudo contagiar en Oviedo. El equipo de Andrea Suárez necesitaba un tropiezo del Europa que, unido a una victoria propia, le diera el liderato y el ascenso correspondiente. Se cumplió la segunda parte de la ecuación con un triunfo solvente en casa ante el Cornellá (4-0), pero las buenas noticias no las pudo completar el tercer asturiano en cuestión. El Avilés, con el objetivo más que cumplido desde hace semanas, no pudo hacer la machada y cayó derrotado ante el Europa (1-0). El conjunto catalán es nuevo equipo de Primera RFEF mientras que el Oviedo deberá buscar el mismo camino por la vía larga.