Un regreso, un cambio de escenario y una práctica casi obsoleta

Después de 24 días de reposo, El Requexón ha vuelto a tener actividad. Esta mañana, la plantilla del Real Oviedo ha dado el pistoletazo de salida a la temporada 2025/2026, un curso cuando menos ilusionante tras el ascenso a Primera división de los carbayones. Tal es el entusiasmo de la afición, que el conjunto oviedista estuvo arropado por varias decenas de aficionados que no quisieron perderse detalle del primer entrenamiento de la pretemporada.

Uno de los aspectos más llamativos de la sesión fue el cambio de escenario. Desde la llegada de Veljko Paunovic al Real Oviedo, el campo de pruebas habitual ha sido el campo número 4 de El Requexón. Sin embargo, el cuerpo técnico liderado por el serbio ha optado en esta ocasión por los número 1 y 2. Primero fue en el 2, donde tuvo lugar el calentamiento, y más tarde en el 1, donde se desarrolló el grueso de la sesión. Está por ver si esa práctica se mantiene en el tiempo o, por el contrario, la plantilla oviedista vuelve al 4.

Uno de los que puede atestiguar ese cambio fue Jesús Unanua. El que fuera entrenador de porteros con Javi Calleja ha vuelto a la que fue su casa durante la estancia del técnico madrileño en el banquillo azul, en esta ocasión bajo la tutela de Veljko Paunovic. Al exportero navarro se le vio muy integrado con el resto de integrantes del cuerpo técnico y tuvo un papel muy activo durante el entrenamiento. En lo que respecta a sus quehaceres particulares, poca presentación necesitaba con Aarón Escandell y Miguel Narváez, acompañados por el portero juvenil Kiril Romanchenko.

La llegada Jesús Unanua al Real Oviedo ha implicado la salida de Mauro de Ves, quien asumió el cargo en marzo tras el cese de Calleja. Subió desde el Vetusta, donde había trabajado junto a Roberto Aguirre, y se integró en el primer equipo hasta el final de temporada. Su puesto en el filial fue cubierto entonces por Sergio Segura, quien continuará en esa función durante la próxima campaña en Segunda Federación con el filial azul.

En cuanto a la dinámica llevada a cabo este lunes en El Requexón, apenas llama la atención que el balón haya sido el protagonista. Lejos quedan aquellas pretemporadas donde primaba el esfuerzo físico y la pelota aguardaba durante días para echar a rodar. Hoy todo fue con el esférico: desde el calentamiento, el 11 contra 11 que ocupó buena parte de la sesión y los penaltis con los que finalizó. Apenas una hora de entrenamiento que sirvió para resetear, conocer a los nuevos y echar a andar al Real Oviedo 2025/2026.