Una tarde muy gris en Córdoba: Las notas del Real Oviedo

El de ayer no fue el día del Real Oviedo y eso se reflejó sobre el verde de El Arcángel. El equipo de Paunovic tuvo que resistir las embestidas de un Córdoba que propuso más y que, por méritos, el punto le sabe a poco. No así para un conjunto azul apático al que le tocó resistir para, finalmente, conformarse con el empate. Como es habitual, en Killer Asturias puntuamos la actuación de cada uno de los jugadores azules.

Escandell (9): Fue el mejor de los azules. Una vez más, sus guantes fueron salvadores con intervenciones milagrosas que permitieron a los carbayones sumar un punto. Fue el sostén del Oviedo. Qué gran temporada esta despachando el de Carcagente.

Nacho Vidal (5): Correcto, aunque lejos de su mejor versión. Cumplió en labores defensivas, pero le costó aparecer en campo rival y eso lo notó mucho el equipo oviedista, que apenas tuvo profundidad por bandas salvo cuando entró Hassan.

Luengo (8): Providencial. Si Escandell salvó los muebles bajo los palos, él lo hizo en el área. El vasco volvió a demostrar mucha seguridad y contundencia, evidenciando que su inactividad durante semanas no le ha pasado factura.

Calvo (6): El oscense se mostró seguro, aunque su pareja de baile en el centro de la retaguardia lució más. Así todo, su papel también fue clave para rascar un punto en El Arcángel.

Pomares (5): Hasta el momento de su lesión, el valenciano estuvo correcto, tanto en defensa como en ataque.  Suyo fue el centro desde la izquierda que desembocó en el remate de Fede Viñas, una jugada que terminó siendo la ocasión más clara de los azules. Tras el partido, Paunovic explicó que podría tratarse de una sobrecarga.

Colombatto (4): Los buenos jugadores deben aparecer en los partidos importantes y ayer Colombatto no lo logró. Sufrió sin balón y no apareció en ataque cuando había que hacerlo. Desapercibido.

Sibo (5): Fue lo más potable del Oviedo del centro del campo hacia arriba. Sostuvo al equipo en labores de contención, aunque luego le costó más aparecer en el terreno rival.

Cazorla (4): No fue el día del Oviedo, ni tampoco el de Cazorla. El capitán azul trató de aparecer, pero el Córdoba supo como desactivarlo. Trató de liderar algún contraataque, pero la comparsa no bailó a su ritmo.

Seoane (3): Su talento fue diferencial en muchas tardes, pero ayer no le salió nada. Trató de aparecer entre líneas y cerca del área rival, pero le taparon bien.

Moyano (4): Venía de una gran actuación ante el Racing de Ferrol, por lo que El Arcángel, su casa, se presentaba como el escenario idóneo para dar ese puñetazo encima de la mesa que tanto necesita el cordobés. Sin embargo, y aunque empezó con energía el encuentro, pronto se disipó y terminó siendo sustituido en la primera tanda de cambios en la segunda parte.

Viñas (4): Al igual que Moyano, su moral estaba disparada tras el último encuentro en el que anotó su primer gol con la camiseta oviedista. Sin embargo, la defensa rival lo ató de pies y manos, anulando su capacidad para generar peligro. Solo un cabezazo en el primer tramo del partido tras centro de Pomares y una chilena desviada amenazaron el arco rival.

Suplentes:

Rahim (4): Tuvo que entrar de oficio en la primera parte tras la lesión de Pomares. El nigerino acusó la inactividad y no estuvo cómodo en ningún momento. Mal partido del lateral, que se vio sobrepasado en defensa y apenas apareció en ataque.

Alemão (4): En la línea de Viñas. Y eso que el brasileño demostró más colmillo, pero al igual que el resto del equipo, el ariete estaba negado. Tampoco fue su día.

Cardero (4): No era el mejor escenario para él, con el Oviedo sobrepasado en el centro del campo. Trató de aparecer en la banda izquierda, pero también le taparon por ahí.

Hassan (5): Fue lo más productivo del banquillo. El francés desbordó en alguna ocasión y puso en aprietos a la defensa rival. Lo poco que generó el Oviedo en ataque en la segunda parte fue gracias a sus botas.

Paraschiv (S.C.): Sin tiempo.

El entrenador:

Paunovic (3): Uno de los debes de su equipo es que le cuesta empezar bien los partidos. Ayer, el Oviedo se vio superado y no estuvo cómodo en ningún momento en la primera parte. Tras el descanso, cuando los carbayones acostumbran a despertar, más de lo mismo. Solo el cambio de Hassan ayudó, el resto apenas agitaron el árbol.